Yo consumo con consciencia, siembro esperanza
La infancia es la mejor época de la vida para adquirir unos buenos hábitos de consumo, por lo que merece la pena centrar nuestros esfuerzos en la educación al consumo alimentario responsable de los niños y niñas. La comunidad educativa (profesores y profesoras, padres y madres, monitores de comedor, etc) juega, por lo tanto, un papel fundamental en este aprendizaje y puede hacerse promotora de un estilo de vida y de consumo crítico y responsable.