Tiempo de actuar

Fallos de mercado. Situación de aprendizaje para Bachillerato

En las últimas cinco décadas ha predominado en el discurso económico una narrativa que vino a recuperar los postulados de los economistas clásicos como Adam Smith en favor del libre mercado, en contraste con la etapa posterior a la Segunda Guerra Mundial, en la que predominó una versión de capitalismo más “embridado”, con mayor regulación y presencia estatal en la economía, en lo que podría calificarse de orden socialdemócrata o keynesiano.

Por su parte, el orden neoliberal iniciado en los setenta del pasado siglo y consolidado a partir de la caída del muro de Berlin, construyó una nueva narrativa económica a partir de la imagen teórica del mercado como mecanismo de asignación eficiente de los recursos a través de los precios y a la libre concurrencia o competencia perfecta.

Sin embargo, lejos de una situación harmoniosa, la economía mundial ha dado desde entonces innumerables muestras de quiebras de todo tipo (sociales, económicas, ecológicas…). Desde los albores de la globalización neoliberal se han sucedido múltiples crisis económicas a lo largo de la geografía mundial, destacando especialmente la Gran Recesión de la economía mundial en 2008, se han incrementado las desigualdades socioeconómicas globales y los sintomas del choque del metabolismo económico con los límites del planeta se están multiplicando de forma alarmante, empezando por el calentamiento global, con inevitable incidencia a su vez sobre nuestras sociedades y economías. 

Pese a la retórica neoclásica que considera a los mercados como eficientes en su asignación de recursos a través de la oferta y la demanda, la realidad deja mucho que desear frente a los escenarios más teóricos basados en unos mercados libres y de competencia perfecta que solo existen en los manuales, dando lugar con ello a “fallos de mercado” en el sentido de situaciones no deseadas por la sociedad.

Estas realidades dan buena muestra de las limitaciones del mercado como principal mecanismo para satisfacer las necesidades de las personas, generar bienestar o mejorar la calidad de vida de las personas de forma ecológicamente sostenible, sino que más bien estos fallos de mercado, por otra parte inherentes al propio sistema capitalista, están generando una grave insostenibilidad de la vida en el planeta, malestares sociales y en definitiva, una asignación deficiente de recursos.

Frente a ello, el papel del Estado puede ser muy relevante de cara a corregir esas externalidades negativas, no solo a través de regulación o fiscalidad,  sino también mediante la generación de bienes y servicios que las empresas no tienen interés económico en producir, pero sí desean las sociedades, como es el caso de los bienes públicos (no excluibles ni rivales), como por ejemplo las infraestructuras de transporte (puentes, carriles bici, etc.), parques, alumbrado público o servicio de bomberos. Y también en la salvaguardia de los recursos comunes (como bienes no excluibles, pero sí rivales), si bien la economista Elinor Ostrom (premiada en 2009 con el equivalente al Nobel de Economía) demostró que existen también formas comunitarias de gestión de los recursos que a lo largo de la historia y la geografía también han sido exitosas.  

Esta situación de aprendizaje para la asignatura de Economía en Bachillerato, elaborada por Carlos Romero Alfonso, aborda estas cuestiones, poniendo especial atención a las externalidades, la valoración de los bienes públicos y las opciones de mérito y demérito junto con el papel de la regulación. El objetivo, en última instancia será que el alumnado pueda poner en marcha, a partir de sus conocimientos e ideas, propuestas de economías justas y sostenibles.

Otros ejemplos de situaciones de aprendizaje

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Este artículo ha sido realizado con el apoyo financiero del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Su contenido es responsabilidad exclusiva de FUHEM.

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