No se trata de poner toda la carne en el asador, sino de sustituirla por vegetales
La elección de la dieta es concebida como un acto supremo de libertad, únicamente condicionado por el poder adquisitivo y las opciones de compra de cada consumidor. Este acto individual y racional generalmente desvincula nuestros hábitos alimentarios de los impactos socioambientales que inducen, ya sea por desconocimiento, por inercia cultural o por mero placer del paladar. El crecimiento económico y la mejora en las condiciones de vida han ido asociadas generalmente a un aumento de