Guía didáctica Mis climas cotidianos: arquitectura para el clima y las personas

En esta ocasión traemos a Tiempo de Actuar la guía didáctica “Mis climas cotidianos. Acciones didácticas para una arquitectura que cuida el clima y a las personas”, elaborada por Cristina Alba Pérez-Rendón, Eva Morales Soler e Isabel Martín Ruiz, de la cooperativa sevillana de arquitectas Cotidiana para la red Planea (arte y escuela), una red de centros educativos, agentes e instituciones culturales que pretenden utilizar las prácticas artísticas en la escuela pública.

La Guía desarrolla prácticas didácticas para la mejora de los entornos cotidianos (casa-plaza y colegio-patio) desde dos enfoques climáticos. Por una parte, el que tiene una componente más científica, asociado al clima, y que integra principios de la arquitectura bioclimática, centrado en la ecodependencia del ser humano con respecto al medio ambiente; por la otra, el que tiene una componente más social, alrededor del clima de convivencia, y que está centrado en la interdependencia entre los seres humanos.

Ficha técnica

Etapa: Destinado a Primaria y ESO.

Asignaturas: Se trata de una guía que se puede trasladar a distintas materias, por lo tanto, es transversal a muchas de ellas, aunque se pretende una mayor aplicación especialmente en las materias de Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, Matemáticas y Valores.

Objetivos: Se trata de obtener tres objetivos a distintos niveles:

– En el centro educativo: posibilitar mejoras en los edificios escolares, reducir temperaturas sin coste energético y transformar los espacios para un uso igualitario entre personas que evite discriminaciones.

– En la comunidad educativa: generar conocimiento que sea extrapolable a otros escenarios: hogar, lugar de trabajo, comunidades de personas vecinas, espacios de juego, etc. Aprender a mirar lo cotidiano con perspectiva ecofeminista. Contribuir a una sociedad más igualitaria.

– Vecindad-barrio-ciudad: convertir los colegios en lugares potencialmente mitigadores de la isla de calor urbana. Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Favorecer la puesta en valor de los usos comunitarios y tareas de cuidado: la ciudad que pone la vida en el centro.

Temporalización: Desarrollo a lo largo de todo curso.

Descripción

Contenidos:
La guía se articula alrededor de dos módulos que sitúan a las abuelas en el centro de la investigación:

(1) El primero se titula “Mi abuela, el clima y su entorno”. En este módulo se trata de conocer y averiguar qué sabe y qué puede aportar el alumnado sobre los climas del mundo. Para ello se experimentará sobre el clima, los modos de vida en los diferentes territorios y cómo influye el entorno en nuestra vida cotidiana. Este módulo se compone de tres unidades:

– Unidad 1. Los climas del mundo. En esta unidad se verá cómo influye el clima en la vida cotidiana del alumnado y cuánto sabe el mismo sobre él.
– Unidad 2. El entorno natural. En esta unidad se analiza nuestro papel como seres vivos dentro de la naturaleza y, el hecho de que, por esta razón, ésta influye en nuestros modos de vida. Se trata de descubrir cuántos de los hábitos del alumnado dependen del clima y del entorno.
– Unidad 3. El entorno natural y el clima de mi abuela. Mi entorno natural y mi clima. En esta sesión se compara el modo de vida de ahora y el de nuestros abuelos en función del clima y la naturaleza.

(2) El segundo, que tiene por título “La casa de mi abuela y mi casa” se adentra en la arquitectura y en nuestra relación con el entorno de proximidad. La arquitectura bioclimática y los climas de convivencia permitirán reflexionar sobre las maneras de usar, vivir y sentir nuestro entorno habitado. El segundo módulo se compone de cinco unidades:

– Unidad 4. Bioclimática para niñas y niños. En esta unidad se aprenderá qué es la arquitectura bioclimática, en qué consiste y cómo se pone en práctica.
– Unidad 5. ¿Cómo era la casa de mi abuela? Casas del mundo y sus características. En esta unidad se abordará la arquitectura vernácula en el mundo, es decir, aquellas que se han construido en armonía con el clima y el entorno.
– Unidad 6. Mi casa. Se analizarán las casas del alumnado a la luz de lo que han aprendido sobre la arquitectura vernácula y bioclimática.
– Unidad 7. Mi entorno, mi actividad cotidiana. En esta unidad se observará el uso del entorno, cómo los utiliza el alumnado, qué siente en el mismo, y si eso cambia en función de la época del año. Además, también se observará si el alumnado se siente seguro en estos lugares y entornos cotidianos, analizando el clima de convivencia en el que se desarrolla la vida cotidiana.
– Unidad 8. Jugamos a hacernos un refugio. En esta unidad se aprenderá cómo mejorar nuestra casa para aprovechar el clima y el entorno.

Metodología y desarrollo de la técnica:
En cada módulo se repiten tres tipos de acercamientos:

– ¿Qué sabemos? Lo que sabemos y el entorno. En esta parte se indagará sobre la propia experiencia del alumnado, la genealogía de las vidas familiares, sus entornos, sus casas y sus modos de vida, para observarlos, analizarlos y ponerlos en valor.

– Escuchamos a la ciencia. Se incorporan conocimientos de la ciencia que adentran al alumnado en cuestiones esenciales, que no solemos encontrar en las líneas curriculares habituales.

– Científicas y científicos de la vida cotidiana. Se intenta convertir al alumnado en protagonista de la investigación. Se plantean metodologías de aprendizaje vinculadas a disciplinas como la arquitectura, la sociología y la antropología que se articulan para construir conocimientos híbridos, a través de experimentos, mediciones, observación participante, entrevistas, diseños, maquetas, etc.

Recursos:
Red Planea. Ficha del proyecto Mis climas cotidianos. Colección Didácticas para un nuevo habitar.
Cotidiana/Red Planea. Guía didáctica Mis climas cotidianos: Acciones didácticas para una arquitectura que cuida el clima y a las personas.

Este artículo ha sido realizado con el apoyo financiero del  Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD). El contenido del mismo es responsabilidad exclusiva de FUHEM y no refleja necesariamente la opinión del MITERD.