Ecologismo consecuente no es conducir automóviles con catalizador e impulsados con gasolina sin plomo, sino poner radicalmente en entredicho un sistema de transporte basado en la primacía del automóvil privado, cómo lo hacía José Antonio Viera-Gallo (secretario de Justicia en el Gobierno chileno de Salvador Allende) cuando lúcidamente postulaba que el socialismo puede llegar sólo en bicicleta