Seres plastívoros

Para la entrada de hoy os proponemos reflexionar sobre uno de los problemas que más preocupan a la comunidad científica en los últimos tiempos, sobre todo por las implicaciones que tiene en términos tanto de salud planetaria como de salud humana: el plástico, y su presencia en prácticamente todas las dimensiones de nuestra cotidianeidad, incluso en la base material de nuestra vida, como es el caso de la alimentación.

Para hablaros de este tema y alertar, en concreto, sobre la presencia de esta sustancia/material peligrosa en los alimentos que ingerimos, compartimos algunos de los datos y evidencias que las organizaciones Amigos de la Tierra y Justicia Alimentaria han recopilado en su reciente Informe “#Plastívoros”.

Partimos de aquí: El 99% de los plásticos que hay en el mercado derivan de los combustibles fósiles. De hecho, la palabra plástico podría ser usada como sinónimo de la palabra petróleo. Quizás este dato tan impactante, que no necesita muchos comentarios añadidos, por sí solo ya valdría para entender la peligrosidad que supone este material.

El uso del plástico, piedra angular de la cultura del usar y tirar, se ha convertido en el símbolo y motor de la sociedad occidental de consumo, de modo que la una no podría existir sin el otro. Su utilización hasta la década de 1950 fue residual. Sin embargo, entre 1950 y 2017 se han producido más de 9.200 millones de toneladas de plástico, lo que significa más de una tonelada por habitante del planeta, y su producción ha ido incrementándose exponencialmente: más de la mitad se ha producido después de 2005.

Hasta no hace mucho, el problema del plástico era percibido como algo externo a las personas, es decir que su afectación principal recaía sobre los ecosistemas. En otros términos, no estaba del todo claro el mecanismo de retroalimentación complejo que se genera entre las diferentes dimensiones de los ecosistemas y la salud de las personas, y que ese nivel de contaminación del entorno natural pudiera recaer sobre nuestra salud también.

Cabe aquí recordar, una vez más, que los orígenes de los principales problemas y vulnerabilidades para la salud y el bienestar de las personas están fuertemente relacionados con la degradación ambiental, a la cual el plástico contribuye de manera determinante.

Después de la crisis de la COVID-19, es urgente comprender que la salud humana y la civilización dependen de los sistemas naturales. El progreso socioeconómico del siglo pasado se ha basado en una apropiación y un uso insostenible de los sistemas naturales, que ha conllevado altísimos niveles de contaminación y degradación, con altos costes para nuestros ecosistemas, e implicaciones de gran alcance para la salud humana.

Para trabajar en el aula este tema tan relevante, os proponemos utilizar el Informe Plastívoros como guía para fomentar y proponer al alumnado investigar y ampliar información específica sobre el plástico en varias dimensiones, y según la relevancia dentro de cada asignatura (orígenes, procesos, impactos, contaminación, alternativas). El objetivo de estas actividades es impulsar una investigación crítica al respecto, que podría concretarse en trabajos en formato de tesina, de presentación, de poster, de vídeos, etc.

PROPUESTAS PARA TRABAJAR EN EL AULA

Nivel: ESO y Bachillerato

Objetivos:

  • Tomar conciencia sobre la presencia del plástico en nuestra vida y sobre su peligrosidad para la salud de los ecosistemas y la salud humana.
  • Valorar la dependencia de nuestro sistema socioeconómico de los recursos fósiles y sus derivados.
  • Valorar la posibilidad de transitar hacia escenarios desplastificados.

Asignaturas: Ciencias sociales, Biología y Geología, Química, Economía

ACTIVIDAD 1. LOS IMPACTOS DEL PLÁSTICO EN SU CICLO DE VIDA

El plástico contamina y conlleva riesgos para la salud en cada una de las fases de su ciclo de vida, desde la extracción de petróleo y gas hasta el desecho o tratamiento del plástico como residuo. Si pensamos que el plástico es, en esencia, petróleo y gas —mas otros aditivos químicos que de por sí son altamente perjudiciales—, podremos entender la dimensión de los impactos de los que estamos hablando.

Detonante. ¿Sabemos que…..? En 1978 Coca-Cola decidía sustituir sus icónicas botellas de vidrio por otras de plástico. El planeta plástico daba, oficialmente, su pistoletazo de salida, marcando el inicio de una nueva era…

Dividir la clase en 5 grupos. Cada grupo será responsable de buscar información sobre:

Grupo 1:  Investigar para responder a estas preguntas: ¿Cómo se realiza la fabricación del plástico? ¿Cómo se gestionan sus residuos?

Grupo 2: Investigar para responder a esta pregunta: ¿Cuáles son los principales impactos ambientales de la fabricación del plástico y de la gestión de sus residuos?

Grupo 3: Investigar para responder a esta pregunta: ¿Cuáles son los principales impactos en la salud de las personas ligados a los procesos de fabricación del plástico y la gestión de sus residuos?

Grupo 4:Investigar para responder a esta pregunta: ¿Cuáles son los impactos sociales (sobre todo en términos de vulneración de derechos en determinadas comunidades) relacionado con los procesos de fabricación del plástico y gestión de sus residuos?

Grupo 5. Investigar para responder a estas preguntas: ¿Todos sabemos qué son los polímeros plásticos? ¿El PVC? ¿El polietileno? ¿El polipropileno? ¿Sabemos cuáles son los aditivos que se usan para la fabricación de los principales productos? ¿Dónde y cómo se lee la nomenclatura de un producto de plástico? ¿Sabemos qué es un ftalato, el bisfenol?

Después del trabajo grupal, habrá una puesta en común y una reflexión colectiva.

ACTIVIDAD 2. ¿COMEMOS PLÁSTICOS?

Nuestro sistema alimentario convencional es totalmente dependiente del petróleo, en todas y cada una de sus fases.

El plástico en el sistema alimentario se encuentra en muchas formas diferentes. Por ejemplo, en agricultura se utiliza como elemento estructural de los invernaderos, túneles de cultivo, mantillas de cobertura y sistemas de riego. En la pesca, lo encontramos en redes y en otros sistemas de pesca. En el procesado, almacenamiento y distribución de alimentos, se utiliza en forma de cajas de embalaje, envoltorios y multitud de equipos industriales; el envasado es una parte crucial de las ventas, la comercialización y el consumo de alimentos.

A esto hay que sumarle el plástico asociado a la alimentación en los hogares. Finalmente, también encontramos plástico en la fase de gestión de residuos. Son toneladas y toneladas de material plástico vertido sobre la alimentación, cada día, en todo el mundo. No es conveniente suponer que todas esas toneladas de plástico inyectado en el sistema alimentario son inocuas; al contrario, lo que debemos hacer es asumir que afectan significativamente a los ecosistemas y la salud de la población.

Es muy importante recordar que, por su propia naturaleza, el sistema alimentario se asemeja a un enorme nodo de conexión donde el plástico arrojado permea a los ecosistemas y, directa o indirectamente (a través de ellos), llega a nuestro cuerpo y afecta a nuestra salud.

La duración del plástico acostumbra a ser superior a una, dos e incluso más generaciones humanas. Esto significa que los escapes plásticos del sistema alimentario tienen efectos a corto plazo, pero también a muy largo plazo, mucho después de que su función prevista haya pasado.

En el Estado español se producen casi 4 millones de toneladas de plástico. La mayor parte (el 40%) se destina a envasado y, de esta, la inmensa mayoría tiene un uso alimentario. Pero, como decíamos antes, el problema del plástico en la alimentación va más allá de los envases.  

Se calcula que España la agricultura utiliza más de 220.000 toneladas plásticas, que en buena parte están en Levante y el sur, ocupando tanto espacio que son visibles desde el espacio (por ejemplo, los invernaderos de Almería).

Sin embargo, son los más invisibles los que acaban en nuestros estómagos, los micro y nanoplásticos que contaminan alarmantemente las tierras de cultivo. Y existe un problema añadido a considerar: muchas de las 4.000 sustancias aditivas que penetran en las tierras agrícolas son tóxicas y algunas, como el biofenol o los ftlatos se sabe que afectan a las hormonas, al sistema endocrino, al neurológico, a la reproducción.

En en Informe Plastívoros, nos recuerdan que cada semana consumimos unas 2.000 micropiezas de plástico, que equivalen a una tarjeta de crédito. La cuestión es que, además, si son nanoplásticos tienen menos de un milímetro y las normativas europeas y españolas actualmente en revisión no los tienen en cuenta, aunque pueden añadirse a muchos productos, así que hay que seguir insistiendo en el peligro que conllevan. Y la cosa tampoco acaba aquí. A parte de las particulas materiales (más o menos pequeñas) que se generan de la descomposición del plastico, muchos productos sueltan también sustancias toxicas, muy peligrosas para nuestra salud.

Dividir la clase en 4 grupos. Cada grupo será responsable de buscar información sobre:

Grupo 1: Investigar alrededor de esta hipótesis: “El principal uso del plástico es contaminar el planeta, y el principal receptáculo no es otro que los suelos y los ecosistemas acuáticos”.

Grupo 2: Indaga sobre la diferencia entre microplasticos y nanoplasticos y sobre su afectación a la productividad agrícola a nivel químico y físico.

Grupo 3: ¿Cómo entran los contaminantes plásticos (plasticidas) en nuestros cuerpos? ¿Cuáles son las principales manifestaciones, en términos de afección a la salud, que puede llegar a tener?

Grupo 4: ¿Cuáles son los principales grupos de alimentos en los cuales podemos encontrar residuos plásticos (en sentido amplio)?

Después del trabajo grupal, habrá una puesta en común y una reflexión colectiva.

ACTIVIDAD 3. ESCENARIOS DESPLASTIFICADOS

Dividir la clase en 2 grupos. Cada grupo será responsable de buscar información sobre:

Grupo 1. En búsqueda de escenarios desplastifiados. Reflexionar sobre si la solución al plástico puede ser a través del reciclado y la así denominada “Economía Circular” (¿qué significa esta expresión? ¿Puede existir a través del desarrollo tecnológico una economía verdaderamente circular que imite perfectamente los ciclos de la naturaleza?).

Grupo 2: Si fueras una autoridad pública, ¿Cuáles serían las 5 principales líneas de actuación que emplearías para reducir el nivel de plástico presente en nuestro sistema alimentario, conociendo todas las implicaciones de sus residuos sobre la salud, pero al mismo tiempo la comodidad aparente que supone para las personas disponer de determinados productos?

Después del trabajo grupal, habrá una puesta en común y una reflexión colectiva.

Si las tres actividades se realizaran en su conjunto, el material de investigación y profundización producido por el alumnado podría ser utilizado para realizar una campaña que sensibilice y llame la atención sobre la amenaza que supone el plástico (y las sustancias relacionadas) para la salud ambiental y humana.