La pirámide alimenticia constituye una guía general de lo que se debería consumir diariamente para obtener los nutrientes que el cuerpo necesita. La idea sobre la que está desarrollada parte de la consideración de que subiendo progresivamente desde la base de la pirámide, la frecuencia relativa de consumo de los diferentes grupos de alimentos disminuye.
En la elección de los diferentes alimentos y dietas hay que tener en cuenta también la variable ambiental. Considerando la incidencia de estos sobre dicha variable se llega al nuevo concepto de pirámide ambiental, construida sobre la base del cálculo de los impactos relacionados con distintos alimentos a partir del análisis de su ciclo de vida, es decir, contabilizando las huellas de todas las fases de extracción, producción, distribución y cocción (si fuese necesario) de los alimentos.
Si se comparan los dos tipos de pirámides (alimentaría y ambiental), se obtiene una doble pirámide, en la que se observa que los alimentos para los cuales se aconseja un mayor consumo, en general, son aquellos que presentan niveles mas bajos de impactos ambientales.