La pequeña Carlota

Captura

Durante este curso, ya hemos ido publicando varias entradas relacionadas con las personas migrantes y refugiadas. Esta semana volvemos con un recurso más, pues el tema no deja de estar de penosa actualidad con la vergonzosa actitud de la UE frente a los/as refugiados/as sirios/as.

La pequeña Carlota es un cuento de Annegert Fuchshuber para ACNUR que está disponible también en vídeo.  Además, el cuento viene acompañado de una unidad didáctica que describe varias técnicas para trabajar el tema de las migraciones.

Hablar con las/os niñas/os sobre el exilio no es nada fácil porque lo ven como una realidad lejana. Hay que saber escuchar y dejar que se expresen en su propio lenguaje, facilitando la comunicación mediante el juego, así expresarán lo que piensan sobre la huida de las personas refugiadas y hablarán de sus propios miedos: a la oscuridad, a las tormentas, a una película, etc.

 

Ficha técnica

Nivel: Primer ciclo de primaria. Con adaptaciones valdría también para el segundo.

Asignaturas: Lengua castellana y literatura, ciencias sociales, y valores sociales y cívicos.

Objetivos: Al final de la unidad didáctica el alumnado:

  • Habrá desarrollado más la empatía hacia las personas que tienen que migrar de forma obligatoria.
  • Habrá profundizado en cuales son las necesidades humanas.

Actividades complementarias:

 

Materiales

Se pueden descargar aquí e incluyen:

  • Vídeo de dibujos animados (7 min): Carlota huye, insegura, con miedo, excluida por todos/as hasta que encuentra un hogar.
  • Cuento. La versión escrita es más rica que el vídeo.
  • Cuaderno de ejercicios.
  • Notas para el profesor: manual para orientar al profesorado sobre el uso del material. Se proponen actividades interactivas contra el racismo y la intolerancia.

 

Secuencia de actividades

Estas actividades son una leve adaptación de las elaboradas por Martine Kissou para ACNUR.

Introducción

Visualizar el vídeo sin ninguna explicación previa, en un ambiente calmado y relajado.

Dejar que el alumnado se exprese libremente después de haber visto las imágenes. Intervenir solo si hay algo que no se ha comprendido y para facilitar el debate. Por ejemplo, un posible tema de debate es la ausencia de la madre y el padre de la pequeña Carlota. Es necesario no responder con demasiada precisión a las preguntas, para que el alumnado puedan ejercitar su imaginación.

Volver a mostrar el vídeo haciendo hincapié en las emociones de la pequeña Carlota. ¿Cómo se siente? ¿Cuáles son sus emociones más íntimas?

Estudiar la historia

Sugerir que cada niño/a dibuje la escena que más le gustó o impresionó. Después se colocan los dibujos en la pared en el orden cronológico de la historia. Se completa si ha quedado alguna secuencia sin reproducir. Se comenta cada episodio. Esto permite que todos/as vean la historia y puedan memorizarla. No hay que olvidar que a esta edad resulta muy difícil comprender el punto de vista ajeno.

Construir las figuras de los personajes utilizando los recortables de La pequeña Carlota (ver parte trasera del libro). Uno de los/as niños/as podría relatar la historia utilizando estas figuras y moviéndolas a lo largo de los escenarios colgados en la pared. De esta manera pueden hacer que la historia cobre vida.

También se les puede leer aquellos pasajes del texto que prefiera (ver principio del libro de ejercicios).

Emociones: expresiones faciales y corporales

Hacer grupos de 5 personas sentadas en círculo. Este ejercicio requiere concentración y un ambiente tranquilo y relajado. Para que las/os niñas/os sean conscientes de las posibilidades de expresión del rostro, se les pide que: frunzan el ceño, cierren los ojos, inflen las mejillas, sonrían, guiñen un ojo, levanten las cejas, etc. No se permiten los ruidos u otros gestos. Se les pide que relajen la cara entre cada expresión.

Después se les explica cuando se puede usar cada una de las expresiones (por ejemplo: frunzo el ceño cuando no estoy contento, cuando hago algo difícil, etc.).

Se repite el mismo ejercicio en parejas, mirándose a la cara. Una/o de ellas/os adopta una expresión y el/la otro/a tiene que imitarla.

Se amplía la actividad anterior incluyendo posturas corporales (por ejemplo: las manos en las caderas significan enfado).

Se vuelve a mostrar el vídeo, pero esta vez sin sonido. El alumnado deberán identificar las emociones de la pequeña Carlota exclusivamente a partir de las imágenes.

Una posible ampliación es que se coloquen las tarjetas con las emociones en el aula (ver la parte final del libro de ejercicios). Todas las mañanas, los/as niños/as deberán colocar una tarjeta con su nombre junto a la emoción que sienten en ese momento. Confeccionan todas las tarjetas de emociones necesarias. Deberá haber también hay una tarjeta en blanco, para que quienes no quieran revelar sus emociones no se sientan obligados/as a hacerlo. Las tarjetas en blanco sirven también para añadir nuevas emociones.

Emociones y sentimientos relacionados con el exilio

Una advertencia previa: la expresión de algunas emociones puede resultar difícil y perturbadora. Habría que asegurarse de que se respeta la libertad de hablar o callar de todo el mundo. Si es necesario, se detendrá cualquier actividad que incomode a uno/a de los/as niños/as.

Con ayuda de los dibujos, el alumnado expresa sobre sus ideas respecto de las posibles razones de la huida de la pequeña Carlota. Se les/as alienta para que hablen sobre sus temores. Se puede subrayar la variedad, pero también la universalidad de ciertos temores (temor a los monstruos, temor a la oscuridad, temor a los truenos, temor a las pesadillas, temor a ciertas películas, temor a estar sólo/a, etc.).

Cada niña/o dibuja uno de sus temores y pone su nombre en él.

Se reúnen los dibujos y se distribuyen de acuerdo con el tipo de temor (por ejemplo, grupo 1: temor a la oscuridad; grupo 2: temor a estar sólo/a, etc.). A continuación el/la profesor/a pregunta: ¿Qué se hace para calmar el miedo a……? Cada grupo deberá entonces dibujar o escribir sobre las diversas maneras de controlar el temor (como, por ejemplo, hablando con alguien, dibujando, etc.).

Colgamos el dibujo de la huida de la pequeña Carlota en la clase. Se ponen los dibujos sobre los distintos temores al lado izquierdo (junto a la casa en llamas). Al lado derecho se ponen las respuestas de cada grupo y se abre una discusión.

Para finalizar se puede crear una máquina come-miedos, donde los/as niños/as puedan deshacerse simbólicamente de sus temores tirando sus dibujos en la máquina. Como opción, los dibujos pueden romperse, tirarse o quemarse.

Necesidades fundamentales de los niños

Con ayuda del dibujo de la pequeña Carlota con los habitantes del pueblo, las/os niñas/os deben descubrir qué falta en los rectángulos en blanco. Se vuelven a colocar entonces las cuatro tarjetas con las imágenes en el dibujo.

Se lanza la pregunta de qué es lo que la pequeña Carlota necesitaba (un lugar donde comer y dormir). A continuación, el alumnado da la vuelta a las tarjetas de imágenes y lee las palabras en la parte trasera de éstas: ser querido, comer, dormir, jugar.

Finalmente, se realiza un debate sobre la importancia de las necesidades, la diferencia entre necesidades y deseos, y las consecuencias que acarrean las necesidades que no se cubren.

Diferencia – exclusión

Se lee en voz alta el texto entero de la historia de la pequeña Carlota, pidiendo al alumnado que identifique las diversas formas de rechazo que sufre. Se subrayan los matices entre las distintas formas de rechazo: torpeza al relacionarse con la gente, desconfianza, indiferencia, discriminación, exclusión, etc.

El alumnado representa estas escenas ofreciendo una solución distinta para ellas. Para ello construyen máscaras de cartón o papel maché para los personajes imaginarios, como los Come piedras, los Cola de seda, y los Cuervos. Pueden cubrirse el cuerpo con telas de color uniforme. Para los personajes reales pueden utilizar ropa vieja.

Preguntar a los/as niños/as sobre sus experiencias personales con el rechazo: ¿Os habéis sentido rechazadas/os alguna vez? ¿Qué fue lo que sucedió? ¿Por qué? ¿Qué fue lo que sentisteis o pensasteis en ese momento? Sugerir la idea de que lo diferente o las diferencias a menudo generan rechazo.

Se indaga sobre qué diferencia a una persona de otra. Se señala que existen diferencias tanto visibles como invisibles. Se puede hacer lo mismo con las semejanzas entre el alumando (hablan el mismo idioma, viven en el mismo lugar, etc.). Se toma conciencia de que las diferencias y semejanzas pueden convivir y de que es muy difícil no juzgar las diferencias.

Bienvenida

El/la profesor/a pregunta: “¿Qué cosas buenas puede encontrar la pequeña Carlota en la casa del Sr. Buen Refugio?” Se recogen las tarjetas de necesidades para demostrar que, por primera vez, alguien se encarga de cubrir las necesidades de la pequeña Carlota.

Se pregunta a los/as niños/as si aceptarían esta hospitalidad o no, y se les pide que expliquen su respuesta.

Tras crear una atmósfera placentera en la clase (con música suave, por ejemplo) y se divide al grupo en equipos de 4 o 5. La idea es que cada equipo construya un espacio que considere un rincón ideal.

Cuando los rincones ideales estén listos, los equipos se visitan unos a otros. Después de las visitas, comentan todos/as juntos/as lo que sintieron y experimentaron.

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