“Comer es un acto agrícola y ecológico” – Wendell Berry
“Somos lo que comemos” – Ludwig Feuerbach
El sistema alimentario repercute no sólo en nuestra salud, sino también afecta a la salud del planeta, ya que, según datos de la FAO, el 30% de las emisiones que inciden sobre el calentamiento global están directamente vinculadas a la forma en que se produce, distribuye y consume nuestra comida. En ese sentido, el suministro de alimentos, agua potable, energía y materiales para sostener modos de vida cada vez más sofisticados y cómodos de una población en continuo crecimiento, se ha logrado con un coste considerable para los ecosistemas, arrastrando huellas de deterioro muy altas (sobreexplotación de recursos no renovables, contaminación del suelo, del aire, del agua, etc.). Y, en las próximas décadas, los escenarios más plausibles y consistentes apuntan a que estos sistemas se enfrentarán a presiones aún mayores, con el riesgo de un debilitamiento más acentuado de la naturaleza, de la que dependen todas las sociedades. Teniendo en cuenta estas predicciones, se entiende como el sector de la alimentación sea clave a la hora de diseñar políticas destinadas a reducir los impactos ambientales del consumo.
Referencias:
Pingback: Gentrificación, privilegios e injusticia alimentaria. RECURSOS ECOSOCIALES. – FUHEM
La alimentación es muy importante de cara a prevenir enfermedades o problemas de salud, como los problemas basculares. Por suerte para todos, actualmente se están desarrollando tendencias alimenticias muy saludables como la alimentación macrobiótica, además de enfocarse el tema hacia la ecologismo de los platos. Todo ello nos ayudará a tener menos problemas de salud en un fututo y gozar de un mejor aspectos. Por otro lado, hay ciertas dolencias que no se pueden solucionar de esta manera, por lo que se requiere la atención de profesionales.