En la actualidad, la escuela debe entenderse como un agente transformador de sociedades que caminan hacia un futuro más sostenible. Aunque el aprendizaje ocurre en múltiples contextos, los espacios escolares son fundamentales para sentar las bases que naturalicen los cuidados y fomenten una ética del cuidado, tal como señala la UNESCO, promoviendo la comprensión de nuestra interdependencia y la necesidad de reconectar con un planeta vivo pero al mismo tiempo dañado.
Desde infantil, maestras y maestros trabajan con conciencia de sostenibilidad, creando entornos seguros que favorecen la escucha y el cuidado de cada niño y niña. En este sentido, queremos presentar un material que busca no solo ofrecer orientaciones pedagógicas, sino también inspirar a quienes desean transformar su práctica educativa, incorporando valores y enfoques que respondan a los desafíos actuales.
Para ello, desde FUHEM os presentamos Corazón Tierra, elaborado por la maestra de infantil Nerea Seco Cantero. En un mundo cada vez más consciente de la importancia de cuidar el entorno y promover una convivencia respetuosa y solidaria, esta propuesta pretende sembrar desde los primeros años una educación comprometida con la vida, el respeto y la sostenibilidad, contribuyendo así a construir un futuro más justo, equitativo y habitable para todas las personas.
El material está compuesto por seis situaciones de aprendizaje adaptadas al segundo ciclo de la etapa infantil. Se inspira en las estrategias pedagógicas del libro “Educar para la sostenibilidad de la vida” de Yayo Herrero (2022) y en los tres niveles de armonía del Buen Vivir. El hilo conductor propuesto es la ética del cuidado desde una mirada ecosocial, que para los niños y niñas, podría denominarse… Corazón Tierra.
Las situaciones se dividen en tres bloques según el tipo de cuidado que promueven: autocuidado, cuidado de la comunidad y cuidado de la naturaleza.
- El punto de partida es una pregunta: ¿puede un botiquín médico ayudarnos siempre a sentirnos mejor? La respuesta negativa llevará al alumnado al diseño de un botiquín lleno de elementos que favorezcan el bienestar emocional para cuando lo necesitemos.
- En un segundo bloque, impulsando el cuidado hacia la comunidad, se aborda la Comunicación No Violenta de Marshall Rosenberg. Los niños y niñas conocerán el “lenguaje jirafa” propuesto por Rosenberg, descubriendo que la jirafa se comunica con empatía y asertividad gracias a tener el corazón más grande de todos los mamíferos terrestres. Este órgano se crea simbólicamente como “personaje del cuidado”, favoreciendo al final de cada una de las situaciones de aprendizaje un espacio de “metacognición” que permita al alumnado reflexionar sobre lo que ha cuidado y la importancia de ese cuidado.
- En el tercer bloque se reconocen los grandes beneficios que aportan la naturaleza y las interacciones con las personas
a nuestra salud. Así se dan los primeros pasos para entendernos como seres ecodependientes e interdependientes.
Si quieres conseguir el material puedes encontrarlo AQUÍ. ¡Qué lo disfrutes mucho junto a tu alumnado!