Educar con el ejemplo. Los comedores escolares ecológicos

La educación en su sentido integral es una herramienta privilegiada para la transformación social, ya que permite sensibilizar, concienciar y vivenciar experiencias desde las que se pongan en juego valores y prácticas sociales diferentes. Más allá de los contenidos del currículo educativo, el funcionamiento cotidiano de los colegios muestra la pedagógica coherencia entre valores, conocimientos y prácticas.

Una de las temáticas que de forma innovadora está reorientando el funcionamiento y la actividad de algunas escuelas en clave de transición energética sería la promoción de comedores escolares ecológicos. Estas iniciativas consisten en insertar de forma progresiva los principios y productos agroecológicos en las cocinas y comedores de los colegios. Una forma de sustituir alimentos convencionales por otros ecológicos, en consenso con las familias y equipos de cocina, sin que varíe sustancialmente el precio de los menús.

Una apuesta por devolver al plato alimentos con mayor sabor, valor nutritivo y garantías para la salud. En nuestro entorno cultural la de mediodía es la principal comida, por lo que los comedores son esenciales para promover entre el alumnado hábitos alimentarios saludables y sostenibles, ayudando a recuperar una erosionada cultura alimentaria.

La elaboración de los menús y el trabajo con los equipos de cocina deberá incidir en aumentar la vertiente vegetariana de la dieta, disminuyendo el consumo de alimentos sobreenvasados, procesados y precocinados. Además deberán tener presente los criterios de abastecimiento basados en el apoyo a los Circuitos Cortos de Comercialización (CCC) y sus impactos positivos asociados sobre la economía local y el medio ambiente. Experiencias que consolidan empleo verde en espacios rurales y entornos periurbanos próximos, a la vez que contribuyen a reducir la dependencia energética y las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en la producción distribución y consumo de alimentos.

Los programas de comedores ecológicos tienen una larga trayectoria en el entorno europeo, con legislaciones que obligan a introducir alimentos ecológicos en los menús escolares, como es el caso de Alemania o Italia. En España, sin embargo, se empiezan a desarrollar a mediados de la década pasada y comienzan a extenderse a finales de la misma. Una temática emergente cuyo interés es creciente en el seno de la comunidad educativa, como demuestra el hecho de que recientemente se celebrara el primer congreso internacional de Educación y soberanía alimentaria.

Destacan las prácticas pioneras de Andalucía con el programa Alimentos Ecológicos para el Consumo Social en Andalucía, una iniciativa impulsada por la Junta de Andalucía. Este proyecto comenzó en su día con 15 centros escolares e implicó a un total de 2.210 niños y niñas. Estas cifras se han visto incrementadas debido a la gran aceptación del Programa, llegando a alcanzar durante el curso escolar 2010-2011 a más de 100 centros y 12.400 escolares. También hay que resaltar la experiencia de Catalunya con la iniciativa Ecomenjadors impulsada desde la ONG Entrepobles para promover la inclusión de alimentos ecológicos en los comedores escolares, logrando la posterior incorporación de instituciones como la Generalitat o el Ajuntament de Barcelona. Iniciativas muy interesantes, que además han realizado bastantes materiales didácticos y de sensibilización para abordar estas temáticas tanto en el aula como en el comedor.

Iniciativas que ensanchan el espacio para la agroecología y la economía solidaria, buenas prácticas que tienen un valor de ejemplaridad, inspiración y de presión hacia las administraciones para que pongan en marcha políticas públicas de compra similares en otros espacios donde hay restauración colectiva (centros de día, residencias, albergues…).