Tiempo de actuar

¿Queremos chuches?

Esta semana os presentamos una actividad diseñada por Garúa para FUHEM con la que se puede trabajar la reducción del consumo de azúcar en la alimentación.

Objetivo: Reconocer los impactos sobre la salud del consumo excesivo de azúcar en las chuches.

Niveles: Primer ciclo de primaria.

Enlace con distintas competencias de primaria: Valorar la higiene y la salud, conocer y respetar el cuerpo humano, y utilizar la educación física y el deporte como medios para favorecer el desarrollo personal y social.

Enlace con contenidos del primer ciclo de primaria:

Desarrollo de la actividad:

Preguntamos al grupo sobre las cosas de comer que nos gustan mucho… y esperamos o pinchamos hasta que salgan las chuches (metemos los dulces y la bollería industrial…). Entonces comentaremos que es sobre este contenido sobre el que trabajaremos. Podemos preguntar inicialmente por platos del comedor, tanto para relacionar el taller con aquel, como sacar información sobre gustos y preferencias referidas al comedor.

¿Las chuches nos gustan mucho? Les ponemos una canción titulada QUEREMOS CHUCHES, con poner el primer minuto y medio para trabajar es suficiente: https://soundcloud.com/petit-pop/queremos-chuches.

La canción es muy pegadiza, les preguntamos si se sienten identificados/as con la canción y si les ha gustado. Les comentamos que vamos a analizar la canción y que deben de prestar mucha atención a la letra, saliendo estas cuestiones que debatimos en grupo:

No dejo de pensar en las chuches.
No es un día especial, ni fin de semana.
Me gustan sus sabores y colores.
Al dentista le parece mal (ojo, luego dice que se lava los dientes y que no hay mayor problema).
Comer después de merendar.

En el análisis planteamos la necesidad de tomar muy pocas chuches (no se pueden llevar al cole para celebrar cumpleaños…) y de minimizar el consumo de azúcar. La Organización Mundial de la Salud cifra la cantidad en 25 g diarios, preferiblemente no en chuches. Se pueden utilizar las imágenes de la cantidad de azúcar que hay en determinados productos (ver la presentación que se adjunta), para que sea más fácil hacerse una idea del exceso de consumo.

introducción y datos contenido azúcar

Ideas fuerza a transmitir:

Recreando el Cuento de Hansel y Gretel… preguntamos si conocen la historia. Les ayudamos a contarla o se la contamos de forma amena siguiendo este esquema básico:

Niños/as perdidos/as en el bosque- Casa de chuches/chocolate donde vive una abuela- La abuela es una bruja que quiere comérselos- Encierra al niño y lo ceba para comérselo y la niña se ve obligada a trabajar en la casa- El niño engaña a la bruja haciéndole creer que está flaco hasta que la bruja se lo quiere comer, la niña empuja a la bruja al horno mientras lo andaba preparando- Huyen
Moraleja: Las cosas no son lo que parecen (tampoco en la alimentación…), relacionarlo con la canción.

Necesitamos poder contar un cuento menos triste y más positivo: tratamos de irlo construyendo con ellos e introduciendo imágenes que lo ilustren:

Empecemos cambiando el aspecto de nuestro bosque por unas tierras de cultivo- Niños/as de ciudad perdidos/as en el campo- Casa de frutas y verduras donde vive una campesina- La campesina quiere enseñarles la importancia de cuidar el campo y de comer sano- Juntos trabajan el huerto y se quedan aprendiendo- Finalmente regresan a la ciudad con el compromiso de ayudar a la abuela a vender sus productos y enseñar en los colegios la importancia de comer sano (ver posible desarrollo del cuento en el Anexo).

Utilizar para narrar la historia y estimular la imaginación, la presentación con imágenes del proyecto Foodscapes, realizados por Carl Waner y que se encuentran disponibles en su página web.

cuento

Terminar poniendo la canción “Toma mucha fruta” (versión imágenes de frutas, versión Aula musical colegio); o “Frutas y verduras, ¡aventuras!”.

Anexo

Hansel y Grettel (alternativos)

Hansel y Grettel vivían en una pequeña ciudad. Les gustaba mucho ir de excursión al campo con sus padres y amigos. Uno de estos días, se perdieron mientras jugaban al escondite. Estaban en un lugar en el que nunca antes habían estado. Era un lugar diferente, especial, rodeados de cultivos raros pero muy bonitos.

Caminaron buscando al resto de sus amigos, sin encontrarles. A lo lejos, vieron una pequeña aldea. Al acercarse no podían creer lo que veían sus ojos: todo estaba construido con alimentos. Los tejados, las vigas, las mesas y sillas eran frutas, verduras, panes…

¿Quién viviría en un lugar así? Se acercaron y vieron a una campesina que sonriente les invitó a sentarse y descansar. Se llamaba Rita. Ella les preparó un zumo de frutas mientras les contaba lo importante que era comer sano y cuidar el campo para poder conservar lugares tan bellos como aquel.

Era el mejor zumo de frutas que habían probado en su vida: dulce pero refrescante, ligero pero energizante. El cansancio había desaparecido, así que acompañaron a la campesina a su huerto para hacer unas fotos y aprender cómo cultivar verduras y hortalizas.

Hansel estaba asombrada de la fuerza y resistencia de la mujer, a pesar de ser casi una anciana. Gretel le preguntó si tenía algún secreto: alimentarse bien, le respondió. El huerto era tan bonito y estaban aprendiendo tanto que, sin darse cuenta, había anochecido. Era muy tarde para regresar, por lo que decidieron quedarse a pasar la noche allí y regresar a la mañana siguiente.

La campesina les preparó para cenar una sopa deliciosa hecha con productos de su huerto y el de sus vecinos. También les contó que en el pueblo tenían un problema: cada vez era más difícil vender alimentos en la ciudad cercana. Cada vez más personas compraban en supermercados que traían la fruta, la verdura, el pan o los quesos de muy lejos, en camión, en barco, incluso en avión. Además eran alimentos que aunque tenían muy buen aspecto, o incluso eran muy grandes… no estaban tan ricos. Las frutas no eran tan dulces, los tomates apenas tenían sabor. Si no conseguían que la gente de la ciudad volviera a consumir sus productos, no podrían seguir siendo campesinos, como habían sido sus padres, sus abuelos…

Hansel y Gretel se fueron a dormir un poco tristes. Les costó dormirse, pero cuando lo consiguieron, la tristeza desapareció. En sus sueños volvieron a su barrio, pero era diferente.

Las calles estaban ocupadas por puestos de comida con una pinta estupenda. Fresas, lechugas, manzanas, brócoli, plátanos, calabazas… Iban de un puesto a otro probando las frutas a las que los y las campesinas les invitaban. Y allí estaba ella, su vieja amiga, preparando una cesta de frutas y verduras para sus padres.

Se despertaron teniendo muy claro lo que querían hacer: ayudarían a Rita y a sus vecinos a vender sus productos en la ciudad, y le contarían a sus amigos la importancia de comer sano. Después de desayunar ella les acompañó a casa de Zacaría, un vecino que esa mañana llevaría ___________ (ingredientes de ese día en el comedor) a la ciudad. Él les llevaría.

Se despidieron de su nueva amiga, que les invitó a volver siempre que quisieran para ayudar en el huerto y beber uno de sus zumos. Y así regresaron a su casa Hansel y Gretel: contentos, pues tenían un plan, y estaban deseando ponerlo en marcha.

Y colorín colorado… y fueron felices, y comieron… ___________ (ingredientes de ese día en el comedor).

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