Tiempo de actuar

Minerales manchados de sangre: el coltán y la República Democrática del Congo

Esta semana os traemos una propuesta elaborada por mí (Mara Nieto) para reflexionar sobre el impacto que tiene en las zonas del Sur Global la extracción de recursos naturales y producción y consumo que hacemos en las del Norte. En concreto, sobre el conflicto presente en la República Democrática del Congo debido a la extracción del coltán. En este conflicto hay colectivos que están sufriendo una violencia específica: por un lado, la infancia, con el reclutamiento de los llamados “niños soldado” y, por otro, las mujeres, que están sufriendo violencia directa (agresiones, violaciones, torturas, etc.).

El próximo día 25 de noviembre es el Día contra las Violencias Machistas, por lo que os sugerimos esta actividad para tomar conciencia de que la violencia machista no sólo tiene lugar en el ámbito de la pareja o expareja o en la calle a través del acoso sexual callejero, sino que se da en otra multitud de situaciones, en este caso los conflictos armados.

La propuesta está diseñada para trabajar en la unidad didáctica de Geografía e historia de 3º de ESO en la que se aborda el sector económico secundario, aunque se puede utilizar en cualquier otro momento o materia.

Ficha técnica

Objetivos

Nivel: desde 3º ESO, Bachillerato, FP.

Asignaturas: Geografía e historia, Ciencias sociales, Ciencias naturales, Valores

Temporalización: 2-3 sesiones (aunque se puede reducir si fuera necesario)

Desarrollo

Presentación

El consumo de aparatos electrónicos que hacemos en nuestro día a día tiene su influencia directa en algunas regiones del planeta. Por ejemplo, en la República Democrática del Congo, los conflictos armados que tienen lugar en la región se deben, en parte, a la explotación del mineral coltán, muy cotizado por las grandes multinacionales de la tecnología. En este contexto, las mujeres y niñas sufren las consecuencias directas más violentas del conflicto.

Primera parte: introducción

Primero se propone el visionado de uno o varios vídeos que explican la problemática de la Republica Democrática del Congo (RDC) y su relación con nuestro consumo de tecnología y electrónica.

Segunda parte: grupos interactivos

Una vez expuesta la situación de la RDC, la relación entre el conflicto armado, las minas del coltán y la violencia sexual contra las mujeres como arma de guerra, se plantea la siguiente propuesta de trabajo por grupos interactivos.

Se crean los grupos de trabajo de unas cuatro personas. Se definen a otras cuatro-cinco que serán las “encargadas de mesa” (el número dependerá de cuántos grupos salgan) y, cada una, tendrá un texto. Estas personas pueden ser parte del alumnado o pueden ser personas externas (familias, otro profesorado, etc.).

La propuesta consiste en trabajar a partir de varios fragmentos de textos. Cada una de las “encargadas de mesa” será la responsable de uno de ellos. En concreto, se ofrecen cinco textos, junto con una propuesta extra por si fuera necesario, por lo que será necesario crear cinco grupos (de unas 4-5 personas) y elegir a otras cinco que sean “encargadas” de cada uno. La labor de las “encargadas” consiste en recoger por escrito las reflexiones que cada grupo, que irá rotando por las mesas, haga al respecto. Todos los grupos han de pasar por todos los textos. Si fuera necesario, se puede ampliar el número de alumnado que forma cada grupo, o seleccionar algún fragmento de texto nuevo. A continuación se presentan los fragmentos seleccionados, con las preguntas para la reflexión de cada subgrupo.

Texto 1: La cara más oscura de la tecnología móvil (ElDiario, 22 de febrero de 2016)

El negocio del coltán beneficia a grupos armados que controlan las minas de algunas regiones de la República Democrática del Congo, país que concentra cerca del 80% de las reservas del mineral utilizado para la fabricación de dispositivos móviles.

“El origen de la guerra en la República Democrática del Congo no es el coltán pero el capitalismo mundial se ha aprovechado de la situación. Hemos visto gente armada que se ha instalado en las minas y un ciclo de violencia”, asegura la periodista congoleña Caddy Adzuba.

La explotación de los minerales de manera ilegal tiene como consecuencia, según Adzuba, que haya una categoría de personas más vulnerables: las mujeres y los niños. En el caso de las mujeres, la consecuencia es la violencia sexual. “Idean la violación de todas las mujeres de un poblado y de esta manera la comunidad queda anulada, ya que la mujer tiene un rol social de cohesión”, comenta.

[…]

En una población donde cerca de la mitad son menores de edad y donde la extracción del mineral es a menudo complicada para un cuerpo adulto, muchos menores son víctimas de trabajo forzado y explotación infantil. “Son utilizados en las minas, obligados a dejar la escuela y esclavizados, y entre las niñas, además, existe la prostitución forzada”, explica Adzuba.

[…]

“Es una gran paradoja y hasta es hipócrita que vivamos en una sociedad hiperconectada donde abunda la información y a la vez vivamos desconectados de cuál es el origen de este bienestar”, explica a Catalunya Plural la periodista Gemma Parellada.

La cara más oscura de la tecnología móvil (ElDiario, 22 de febrero de 2016)

Pregunta para reflexionar:

Texto 2: La República Democrática del Congo, el coltán y las mujeres (Mujeres Libres Yazirat, 29 de enero de 2015)

Pero nos detenemos en este país porque se estima que más de medio millón de mujeres han sido violadas en la RDC en los últimos 20 años, el 70% de ellas en sus domicilios; una cifra que convive con otras igualmente trágicas: más de seis millones de muertos y tres millones de desplazados.

Todo este horror tiene un único objetivo: controlar los recursos naturales de la República Democrática del Congo. Por eso, las multinacionales y los Gobiernos occidentales, promueven y mantienen la guerra. Son ellos los que financian a los grupos rebeldes y los que les dan las armas. A cambio, los rebeldes explotan las minas de donde salen los minerales que se utilizan aquí; es decir, los de nuestros móviles, tabletas y ordenadores.

[…] El sufrimiento no acaba en la violación; ni siquiera en las secuelas físicas que ésta deja de por vida, ya que introducen en la vagina cuchillos, trapos sucios, objetos infectados, piedras… Sigue después, porque una violación es un tabú para la sociedad, que le da la espalda a quien la ha sufrido, incluido su marido, que no suele soportar tal mancha, ni se arriesga a contagiarse de las probables enfermedades de transmisión sexual que su pareja ha contraído.

Nos preguntamos ¿por qué las mujeres son las principales víctimas de la violencia en los conflictos armados?

Porque la mujer congoleña es el centro de la familia. Es la que la mantiene a través de lo que cultiva, de lo que vende… Es esta economía informal la que, durante décadas, ha hecho posible que Congo funcionase. Siempre fueron ellas las que mantenían a sus familias. Gracias a su trabajo, las comunidades funcionaban. Cuando comenzó la guerra, los que la habían planificado sabían que en Congo, para ganar la guerra, había que destruir a las mujeres. Una mujer violada es una mujer enferma. Es que, como decimos, en Congo, el cuerpo de la mujer es el campo de batalla.

La República Democrática del Congo, el coltán y las mujeres (Mujeres Libres Yazirat, 29 de enero de 2015)

Pregunta para la reflexión:

Texto 3: No hay futuro luchando en la selva (ElPaís, 12 de enero de 2018)

No hay datos precisos acerca de los niños que han sido reclutados en conflictos armados en la República Democrática del Congo y usados para trabajar para los líderes armados como escoltas, cocineros, guardias, esclavos sexuales o combatientes. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) estima que decenas de miles de menores de 18 años son usados en conflictos en todo el mundo. En la última década, 65.000 fueron liberados y rescatados. De estos, más de 20.000 solo en la RDC. Estos datos, sin embargo, representan “solo una porción del problema, dada a las dificultades e inseguridad para acceder al terreno con vistas a obtener datos más fiables”, explica Bonnie Berry, directora de la ONG Watchlist.

[…] La pobreza es una de las causas a la raíz del fenómeno de los niños soldado [los kadogos, en swahili]. “La impunidad reina en la RDC”, explica Jacques Buligho, coordinador de la Unión por la Paz y Promoción de los Derechos del Niño en el Congo.

Buligho critica duramente a las autoridades que no logran frenar por completo el reclutamiento de menores por parte de las milicias armadas. “El país es dominado por la impunidad en todos los niveles. No se culpabiliza a quien recluta y utiliza a los niños soldado, ni tampoco se les sanciona. Varios grupos los usan como escudo humano”, arguye.

No hay futuro luchando en la selva (ElPaís, 12 de enero de 2018)

Preguntas para reflexionar:

Texto 4: Europa estudia una ley para evitar que empresas tecnológicas financien la guerra del coltán (ElDiario, 17 de marzo de 2015)

La propuesta de la Comisión Europea no obliga a las empresas a sumarse a la ‘White List’ de importadores responsables de minerales, aunque aún no ha concluido la tramitación del reglamento.

La norma busca evitar que la obtención de preciados minerales para producir productos tecnológicos, como el coltán, financie conflictos armados en lugares como la República Democrática del Congo.

La transparencia en la actualidad es casi inexistente: según un ranking de 2012, sólo dos empresas de 24 superan el 50% en su “progreso” hacia la responsabilidad en el uso de minerales.

El Parlamento Europeo y el Consejo de Europa están trabajando en la elaboración de un reglamento europeo para establecer un sistema en la UE que certifique que la cadena de suministro de los minerales necesarios para la fabricación de aparatos tecnológicos se haga de forma responsable. El objetivo: evitar el rastro de sangre de conflictos financiados por y para su explotación.

Europa estudia una ley para evitar que empresas tecnológicas financien la guerra del coltán (ElDiario, 17 de marzo de 2015)

Preguntas para la reflexión:

Texto 5: Y ahora, ¿qué hago yo con mi móvil? (ElPaís, 15 de noviembre de 2016)

Ahora que tu conciencia sabe de dónde se extrae el coltán que pone en marcha tu móvil (y demás aparatos electrónicos que te rodean); ahora que pones cara a quienes bajan por la mina; a las mujeres y los niños que más sufren la violencia de los conflictos armados en el este del Congo; ahora, piensas, ¿qué hago yo con mi móvil?

Primera opción: no tener móvil

[…] la más radical sería deshacerte de tu móvil y no volver a comprar otro. Pero no creo que sea una opción asequible para todo el mundo, teniendo en cuenta los múltiples compromisos familiares, laborales y sociales que nos llevan de pantalla en pantalla. De hecho, no lo tires alegremente. Aguanta con el que tienes hasta que te sea imposible hacerlo. Ahora que conoces la historia de sangre, sudor y lágrimas que lleva a sus espaldas el aparatillo, aprende a valorarlo más allá de su precio. Consume responsablemente, y cuando te toque deshacerte de él, no lo hagas de cualquier manera, procura reciclarlo o reutilizarlo.

Segunda opción: evitar metales de conflicto

La segunda de ellas consistiría pedir a las empresas que eviten por completo el uso de minerales en conflicto (como el coltán, el estaño, el wolframio o el oro) en la fabricación de los componentes electrónicos que son indispensables para ensamblar un móvil. No obstante, […] aunque hay algunas alternativas interesantes (como el uso de condensadores cerámicos en vez de los convencionales, que emplean derivados del coltán), a día de hoy es prácticamente imposible fabricar dispositivos de última generación sin alguno de estos minerales. 

Tercera opción: forzar a las industrias a ser responsables

forzar a las industrias electrónicas a que se comprometan a investigar y remediar los riesgos asociados a las violaciones de derechos humanos en sus cadenas de suministro de minerales. Para lograr esto se pueden transitar dos caminos: la vía legislativa, por un lado, y la larga marcha del consumidor comprometido, por otro. 

[…] Así pues, nos queda iniciar la larga marcha del consumidor concienciado. Ésta comienza firmando peticiones para pedir a nuestros decisores políticos una ley más exigente, ahora que todavía están a tiempo. También puedes pedir a las empresas tecnológicas que combatan la obsolescencia programada de sus productos. Y si necesitas un móvil, puedes informarte de sus políticas de suministro antes de tomar una decisión. Incluso puedes plantearte la posibilidad de comprar un móvil que valore más la ética que las prestaciones.

Y ahora, ¿qué hago yo con mi móvil? (ElPaís, 15 de noviembre de 2016)

Preguntas para reflexionar:

Propuesta extra : Rebecca Masika: la esperanza nunca muere (ElMercurioDigital, 11 de febrero de 2016)

La llamaban Mama Masika. Los integrantes de su comunidad, quienes residían en aquel pueblo del este de la República Democrática de Congo, uno de los lugares más peligrosos del mundo para una mujer, hallaron en Rebecca Masika Katsuva la madre del pueblo.

Rebecca Masika: la esperanza nunca muere (ElMercurioDigital, 11 de febrero de 2016)

Pregunta:

Aquí se cuenta su historia:

Como cierre de la segunda parte, las personas responsables de cada mesa comparte en gran grupo las reflexiones y conclusiones de los subgrupos que han pasado trabajado sus textos.

Tercera parte: actividad de reflexión

Finalmente, se plantea la siguiente actividad de reflexión individual por escrito, para asentar aprendizajes y poder trabajar cuestiones emocionales que hayan podido surgir a partir de la propuesta trabajada. Las preguntas que pueden guiar esa reflexión individual del alumnado pueden ser las siguientes:

Se propone, en pequeños grupos, compartir esas reflexiones individuales y pensar cómo pueden apoyarse y qué acciones pueden desarrollar en su entorno más próximo (a título individual, en casa, en el centro…).

——————

Esta publicación ha sido realizada con el apoyo financiero del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD).

Salir de la versión móvil