Tiempo de actuar

Grafiti: expresión urbana y artística a lo largo de la historia.

Grafiti de Jana & JS situado en la Travesía Almendro, 9.

En la actualidad la calle se ha convertido en un espacio de reivindicación muy activo, donde las tensiones y los conflictos generados por el mundo moderno se manifiestan y tratan de resolver. Desde esta concepción de la calle como espacio de movilización, todo aquel elemento que configura su paisaje se carga de un significado singular y al mismo tiempo compartido. Así, la calle se configura como ese espacio aún extraoficial de comunicación, aunque no sea el único espacio público que adquiera ese valor alternativo como cauce de expresión. En este contexto, desde la iniciativa personal o la acción colectiva, se desarrollarán multitud de actos para expresar opinión o visión de la realidad o un estado de ánimo, desde el planteamiento de nuevas estrategias comunicativas.

Entre estas expresiones, experiencias y experimentos, destaca la recurrencia novedosa de un medio frente a cualquier otro por su espontaneidad e inmediatez y el peso de su presencia histórica en el panorama urbano: el grafiti. Un fenómeno lingüístico, ligado inseparablemente a los proceso de oficialización del lenguaje y estrechamente al desarrollo urbano, que se manifiesta a través de una desbordante sucesión de tipologías

Como mencionábamos, la ciudad contemporánea se perfila inseparablemente como una construcción en la que, en última instancia, los individuos articulan una serie de mecanismos que sirven de contrarresto a cualquier defecto o exceso del modelo social, para evitar que se traicione esa concepción de ciudad como acto social y la dote de una consistencia deshumanizada. Así, el ejercicio del grafiti o el arte de callejero, en todas sus dimensiones, puede tomar una dimensión cívica, constituyéndose como un revulsivo cultural.

Esta entrada ha sido elaborada por Alejandro Alcarazo Bermejo, estudiante del Máster de Economía Internacional y Desarrollo, de la UCM, a partir del material didáctico creado por Juancho Rello Solano.

Ficha Técnica:

Nivel: E.S.O. y Bachillerato.

Asignaturas: de ámbito social en cualquier curso de la E.S.O y “Fundamentos del arte en Bachillerato” Bloque 10 del currículo: Los años 60-70 y Bloque 11 del currículo: Los años 80-90.


Objetivos:

Temporalización: 60 minutos.

Enlaces relacionadas: http://madridstreetartproject.com/ http://urbanario.es/

La unidad trata de acercar al alumnado de la ESO a la Historia del Arte a partir del arte del grafiti contemporáneo.

 

Teniendo en cuenta que el alumnado en el colegio y el instituto cada vez está más alejado del Arte en general y de su conocimiento como medio de ocio  y enriquecimiento personal, el tema del grafiti, como manifestación artística más cercana y accesible nos abre la posibilidad de ponerlos en contacto con el mundo del arte. Debe ser un primer acercamiento ligero y fácil pero no por ello falto de contenido histórico y estético.

Teniendo en cuenta que el arte solo es comprensible, y posteriormente disfrutable, cuando se conocen sus características propias (históricas y formales) en la explicación de la unidad debemos hacer un esfuerzo por introducir al alumando en ese lenguaje que le es propio y sin el cual se hace imposible la comprensión y el disfrute del arte. En este sentido, partiremos de que el arte del grafiti es un arte eminentemente pictórico y como tal lo abordaremos, tratando de analizar los elementos plásticos que definen cualquier actividad artística pictórica: el soporte, la materia pictórica o técnica, el color y la línea, pudiendo incluso sumergirnos en el tema de la perspectiva y el modelado

Sabemos que el arte es un mundo nuevo para el alumnado (el lenguaje utilizado, la conexión de arte e historia, etc.) por ello al utilizarlo debemos centrarnos en destacar aspectos fácilmente comprensibles pero sin abandonar la metodología y el lenguaje que le es propio. Por ejemplo, cuando hablamos del soporte en el grafiti (estático o móvil) debemos hacer ver al alumnado lo que aporta la elección por parte del artista de uno u otro y que esta elección no es aleatoria sino que está pensada y sirve para la mejor transmisión de unos fines concretos que son los que mueven al artista (un soporte móvil como el metro o el autobús puede cumplir mejor el fin del grafiti en sus inicios (hacerse ver por toda la ciudad) que un soporte fijo (un muro o una persiana de un local comercial) y a su vez los soportes fijos son más aptos para el desarrollo de unos motivos estéticos más complicados por su mayor uniformidad (no hay ventanas o puertas que impidan el desarrollo de un programa artístico pensado). Así mismo las sensaciones que produce un  grafiti en un soporte liso y opaco serán diferentes a las de un soporte troquelado como una vaya translúcida o un soporte de tipo celosía. Debemos hacer comprender que la elección de ese tipo de soporte no es banal y de una buena elección dependerá el éxito del artista (los intereses del artista y de lo que nos quiere transmitir).

Así mismo debemos tratar el apartado de la técnica (como materia pictórica). La elección de una u otra técnica (spray, rotulador, tiza, rayado de superficies) también hará que el artista pueda transmitir de mejor o peor forma su mensaje. Un rotulador será apto para poder realizar un “bombardeo” de tags o firmas por todo un territorio, pero no será adecuado para desarrollar un programa de 2 por 3 metros en el que aparezca la firma del escritor en 3 dimensiones y acompañada de elementos secundarios como imágenes de un cómic o elementos decorativos que lo adornen. En este caso el uso del spray con válvula (que permite en una pasada pintar espacios de 10 cm) y toda la gama de colores que esta técnica presenta será mucho más adecuada.

La línea y el color como elementos plástico definidores de la pintura son en el grafiti  fácilmente apreciables (en la presentación lo llamaremos estilo). Con la línea definimos objetos, letras, figura, etc… Pero su uso de una u otra manera hace que la obra nos transmita unas sensaciones u otras. Pongamos un ejemplo: El estilo pompa con letras perfectamente contorneadas y cerradas y con una línea que encierra todo el mensaje caligráfico, nos producirá sensaciones de estabilidad o de reposo mientras que el estilo salvaje, en el que las letras se entremezclan unas con otras llegando a no poder distinguirse el mensaje original nos producirá una sensación de inestabilidad y movimiento, de desasosiego se puede decir. Así pues la transmisión del mensaje por parte del artista será más exitosa dependiendo de la elección de uno u otro estilo.

Por su parte el color en el grafiti es fundamental. En su intención de “hacerse ver” los/as writers siempre optarán por colores muy luminosos que resalten y atraigan la mirada del espectador. En este punto es fundamental introducir al alumando en la teoría del color (primarios, secundarios y complementarios) haciéndoles ver como se extraen los distintos colores y de que forma pueden destacar más unos u otros si se saben mezclar con acierto (para esto hay miles de ejemplos que se usan con niños/as de primaria y seguro que el profesorado de dibujo del instituto estará encantado de colaborar con alguna actividad). Ver luego en ejemplos de grafiti como se combinan los colores y que transmiten dependiendo de su combinación será tarea sencilla.

Por su parte, el estilo 3D nos puede permitir abordar el tema de la perspectiva lineal. Desde luego poder comparar 2 grafitis, uno de estilo pompa y otro de estilo 3D y comprobar las sensaciones de realidad que uno y otro transmiten es una actividad sencilla que puede resultar de interés.

En la explicación, se debe tratar también el tema del artista y el público. No hay duda de que el arte del grafiti es, por su accesibilidad (tanto para crearlo como para contemplarlo), el arte más democrático que ha existido en toda la historia. Y esto es gracias a que se ha desarrollado por la sociedad más democrática de toda la historia: La de la segunda mitad del siglo XX y lo que llevamos de siglo XXI.

En este sentido, se pueden hacer comparaciones con el resto de etapas de la Historia del arte. Para no complicar el tema podemos dividir la Historia del Arte por etapas históricas (conseguiremos así  elementos significativos que pongan al arte en relación con una división que ya conocen de la historia): Historia antigua, Historia Medieval, Historia Moderna, Historia Contemporánea y Actualidad.

En la Historia antigua el arte era realizado por especialistas y el público era elitista (los reyes, emperadores y grandes patricios) accediendo al arte solo un 1% de la sociedad.

En la Edad Media el arte es realizado por artesanos que pertenecen a gremios cerrados y solo si perteneces a ellos puedes realizarlo siendo muy pocos los que lo practican. El principal cliente será la clase eclesiástica o el clero que también representan únicamente al 5% de la sociedad.

En época moderna y con la burguesía mercantil, al clero y los reyes se les une esta nueva clase que si sabrá apreciar el arte. Aún así solo serán entre un 5 y un 10 % de la sociedad y su contemplación solo se podrá realizar en círculos cerrados, exclusivos y elitistas. El artista por su parte aparece ya como un artista profesional que conoce perfectamente las técnicas y debe pasar una serie de exámenes que demuestren su pericia.

Con la época contemporánea nos adentramos ya en una sociedad más parecida a la nuestra (coincide con la revolución francesa y la apertura hacia sociedades democráticas). Ahora los/as artistas estarán reglados por Academias de Bellas Artes y la profesionalización será total. La diferencia será que ahora cualquiera que demuestre pericia en el arte podrá realizarlo (si se lo puede permitir económicamente).

En cuanto al público, el arte ahora se podrá contemplar en Museos y salas de exposiciones pero a estos espacios no podrá acceder cualquiera, sino una parte selecta de la sociedad que posee formación y que puede entender las obras de arte.

Llegamos al grafiti y la sociedad desde 1960. Todas las personas que quieran expresarse van a poder hacerlo sin ser necesario ser profesional. Pasamos a un tipo de artista amateur que, si bien por un lado hace que el nivel del arte decaiga, por otro permite expresarse a todo aquel que lo desee. Será un arte “popular” y democrático y el lugar en el que se expresará será el espacio público que, se supone, a todos nos pertenece. Al grafiti como arte de la calle le seguirán muchísimos estilos y actividades artísticas que se desarrollarán en la calle, en el espacio público de todos. En este sentido se pueden nombrar estilos como el performance, el más actual street art y otras actividades artísticas como la música, el teatro de calle, los mimos o el 15 M es otra muestra más de la democratización del espacio público)

¿Quién accederá a este arte? Toda la sociedad en general ya que del museo, el teatro o el auditorio pasamos ahora a nuestros barrios, nuestras calles, nuestro entorno. Todos podemos admirar el arte que en otros tiempos solo era accesible para una élite. Eso sí, debemos saber reconocerlo, contemplarlo y disfrutarlo. Disponemos para ello de las herramientas necesarias para formarnos y esta pequeña UNIDAD DIDACTICA es a lo que quiere contribuir.

Como verás la unidad comienza con una explicación del desarrollo por fases del grafiti, que como estilo artístico plenamente desarrollado está ya desarrollado por fases desde su nacimiento en los años 60 en Nueva York y Filadelfia hasta hoy en día, momento que algunos consideran ya como fase Helenística del grafiti incluyendo el grafitismo y el postgrafiti e incluso todas las actividades que desarrolla el street art. La fase clásica y de gran difusión se identifica con los años 70 en EEUU y los 80 en Europa y USA con el movimiento Hip Hop.

Esta unidad didáctica debería estar acompañada de una sesión de safari urbano que lleve al alumanado a descubrir in situ el arte del grafiti ya que, como todas/os sabemos, el arte solo es apreciable plenamente observándolo en directo. Ese es el único modo de poder disfrutarlo o aborrecerlo, sobre todo si sabemos como contemplarlo.

 

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