Os ofrecemos esta entrada redactada por Jose Bellver de FUHEM ecosocial sobre la basura electrónica. Esperamos que os sea de utilidad.
A diario utilizamos toda clase de dispositivos electrónicos, desde el móvil hasta la televisión, pasando por tablets, ordenadores o relojes, a ser posible de la más última generación. Pero a pesar de que estos dispositivos son cada vez más pequeños y ligeros, el impacto ecológico de los productos electrónicos es muy grande. Ya no solo por el consumo de energía que utilizamos para recargar sus baterías a lo largo de su vida útil, sino sobre todo por el consumo energético que conlleva su fabricación, además de requerir valiosos y en ocasiones, escasos, recursos minerales como el platino, el paladio, el cobalto, el litio, o el famoso coltán, por lo que el reciclaje y la reutilización de estos productos es cada vez más importante.
Sin embargo, hoy en día se amontonan cada vez más residuos electrónicos en algunos países del Sur sin que estos dispositivos reciban el tratamiento adecuado con importantes riesgos para la salud de las personas y el medio ambiente.
FICHA TÉCNICA
Nivel: Desde 3º de ESO.
Asignaturas: Geografía e historia, Valores sociales y cívicos, Economía, Economía de la empresa, Inglés o Ciencias de la Tierra y del medio ambiente.
Objetivos:
- Fomentar una reflexión crítica sobre el consumismo de productos electrónicos.
- Concienciar a la comunidad educativa sobre las desiguales relaciones Norte-Sur.
- Impulsar los valores éticos que impregnan a toda la educación.
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Contribuir a realizar un consumo consciente.
Temporalización: Una o dos sesiones
RECURSOS (tanto para el alumnado como para el profesorado):
¿Qué son exactamente los residuos eléctricos y electrónicos?
Los residuos eléctricos y electrónicos, conocidos en inglés como e-waste, se refieren a cualquier producto que requiera electricidad y haya alcanzado el final de su vida útil, cosas como una radio, un ordenador, un secador, los móviles o incluso una nevera o una lavadora. Y a todo ello se le suman otros productos secundarios como pueden ser las baterías, tarjetas sim o todo tipo de cables. Para hacerlo más corto, nos referiremos a todo ello aquí con el concepto de “residuos electrónicos”.
Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, anualmente se llegan a generar hasta 50 millones de toneladas de este tipo de residuos, ¡el equivalente a ocho de las grandes pirámides de Egipto! Y se espera que sigan creciendo entre un 3% y un 5% al año pudiendo alcanzar los 100 millones de toneladas en 2020.
Unas tres cuartas partes de estos residuos son falsamente declarados como bienes de segunda mano y exportados a otros países o regiones, generalmente más pobres, y con pocas o ninguna infraestructura para realizar un reciclaje adecuado tanto para la salud de quienes realizan el reciclado como para el medio ambiente.
¿Cuál es el origen y el destino de los residuos electrónicos?
Por lo general, la mayor cantidad de residuos electrónicos proceden de Norteamérica y Europa, aunque el consumo de productos electrónicos ha ido expandiéndose a gran velocidad en la última década y media por el resto de los continentes. Sin embargo, los mayores vertederos de residuos electrónicos se están concentrando en algunos países de África y Asia, como Ghana, Nigeria, China, Pakistán, India, Vietnam o Tailandia.
VIDEO: Ej. Ghana:
¿Qué tipo de problemas sociales, ecológicos y económicos para unos y otros países conlleva la acumulación de residuos?
En los lugares de destino de esos dispositivos electrónicos, a menudo se desmantelan en condiciones muy precarias. Los/as chatarreros/as separan el plástico, las placas base, las baterías y el cableado de cobre para vender lo que puedan y luego quemar el resto. Esto conlleva consecuencias dramáticas en distintos planos, notablemente en el ecológico y social, pero también en lo económico.
En el plano ecológico y social:
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Los productos electrónicos están formados por cientos de materiales diferentes que contienen sustancias tóxicas como plomo, mercurio, cadmio, arsénico y retardantes de llama. Este tipo de procesamiento rudimentario de residuos electrónicos conlleva graves consecuencias para el medio ambiente y la salud humana, incluida la contaminación del aire cuando los paneles se calientan para acceder a los metales, la contaminación del suelo a medida que los productos químicos se filtran en la tierra y la contaminación del agua.
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Esta contaminación del aire y el agua puede dañar severamente comunidades enteras, causando envenenamiento, abortos involuntarios, lesiones cerebrales e incluso muertes. Además, quienes trabajan en estos lugares -buena parte de ellos son niños- sufren frecuentes enfermedades especialmente al respirar estos humos tóxicos.
En el plano económico:
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Mientras en el Norte no se asumen los costes de su contaminación, en el Sur, los espacios ocupados por estos vertederos ya no son practicables para otras actividades económicas como la agricultura. El campesinado no puede cultivar sus propios alimentos porque sus suelos están muy contaminados. Para sobrevivir, acaban trabajando en esta “industria del reciclaje”, degradando aún más su salud y el medio ambiente circundante. Mientras tanto, quienes “trafican” con estos residuos ganan millones.
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Tanto para uso como para otros, la falta de reciclaje de estos productos supone tirar a la basura minerales que van siendo progresivamente cada vez más difíciles de conseguir. Menos cantidad disponible, pero más demanda; el resultado no puede ser otro que un encarecimiento de recursos fundamentales para el proceso económico. Un ejemplo es el caso de las llamadas “tierras raras”, unos metales importantes para la fabricación de las futuras generaciones de equipos electrónicos, así como para las infraestructuras de energía renovable, y cuya escasez se ve acrecentada por la falta de reciclaje de estos productos.
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Además, los minerales no están igualmente repartidos por la geografía global. Por lo que, al igual que ha sucedido con otros recursos valiosos en el pasado, desde el oro hasta el petróleo, el conflicto está asegurado.
VIDEO (Secuencia inicial del documental “La Tragedia Electrónica”):
Documental completo:
Cuestiones para la reflexión:
¿Es legal? Y aunque lo fuera, ¿es ético?
La realidad es que es legal exportar productos descartados a países pobres si pueden ser reutilizados o restaurados. ¿Cuál es el verdadero problema con los residuos electrónicos?
Posible ejercicio de búsqueda individual o en grupo
El alumnado deberá buscar por qué se produce la exportación de residuos tóxicos. Pueden buscar cómo de hecho existe un acuerdo internacional que prohíbe este tipo de prácticas: el Convenio de Basilea.
¿Por qué? De la consecuencia a la causa
Uno de los motivos es claramente la falta de controles en las fronteras europeas en el ámbito de las exportaciones. Un motivo importante para que eso suceda es la corrupción.
Las empresas de productos utilizan por otra parte métodos como la Ley de Derechos de Autor Digital Millennium para evitar que desbloqueemos nuestros Smartphone y reparemos nuestros ordenadores portátiles. Son múltiples las barreras para actualizar, reparar o reutilizar nuestros dispositivos.
Diálogo sobre formas de obsolescencia
¿Qué ejemplos se te ocurren?
Ejemplos: Baterías que no se pueden reemplazar, imposibilidad de llevar a un taller independiente, incluso dificultades para abrir los dispositivos, actualizaciones de software que no son compatibles con el hardware existente. Es una práctica estándar para las compañías planificar la obsolescencia en sus productos.
¿Qué podemos hacer?
Menos residuos
Es difícil que nos planteemos utilizar menos productos electrónicos en las sociedades altamente “tecnologizadas” en las que vivimos, aunque quizás para algunas cosas como hablar con nuestros/as amigos/as muchas veces podríamos evitar tanto uso del móvil, por ejemplo. Sin embargo, puede ser más importante hacer la reflexión de hasta qué punto necesitamos el último modelo de tal o cual producto, y cuales son las consecuencias de sucumbir permanentemente a la seducción de la publicidad.
Podemos exigirles a las empresas actuar de otra forma, ya sea en tanto que personas consumidoras teniendo en cuenta la actuación de unas u otras empresas a la hora de comprar, ya sea en tanto que ciudadanía exigiendo a nuestros gobernantes que establezcan leyes e incentivos para que las empresas creen mejores productos, diseñados para durar más y reciclarse mejor.
Consultar con nuevos criterios antes de comprar
Algunos fabricantes como Apple han introducido esquemas de recompra de iPads y iPhones en el Reino Unido y en Estados Unidos. Otras empresas están ofreciendo la utilización de dispositivos a modo de alquiler, manteniendo ellas por tanto la propiedad de estos y reparándolos o reciclándolos en su defecto.
Investiga acerca de la marca de tu móvil o de tu televisor. ¿Dónde se sitúa en la clasificación de Greenpeace?:
http://archivo-es.greenpeace.org/espana/es/Blog/son-tus-telfono-o-tablet-sostenibles/blog/60471/
Juntarte con otras personas y aprende a reparar
En la última década, se han creado cientos de espacios en todo el mundo donde cualquiera puede ir a aprender nuevas habilidades y manualidades destinadas a la fabricación y reparación equipados con nuevas herramientas como cortadores láser e impresoras 3D, y con los tradicionales herramientas tales como carpintería y equipos de fabricación: makerspaces, fab-labs, hackspaces, estudios de reparación y creación unidos por la convicción de que en lugar de depender cada vez más de las grandes empresas, tenemos el poder de aprender y construir con las tecnologías que nos rodean.
¿Conoces algún lugar de este tipo por tu barrio? ¿Cómo funciona?