Tiempo de actuar

Maleta pedagógica ecofeminista

Ecofeminismo, ¿ qué es? ¿ cuáles son sus principios? ¿por qué es relevante introducir este concepto en las aulas? y, lo más importante, ¿cómo? Todo esto y más cabe en la Maleta pedagógica ecofeminista, un material didáctico preparado por Sarai Fariñas, elaborado en el marco del proyecto “La sostenibilitat al plat” (Fase III) y publicado por CERAI y la cooperativa Garúa, con apoyo de la Generalitat Valenciana. 

Actualmente, estamos asistiendo a un momento histórico en el que nos planteamos qué mundo queremos para las generaciones futuras y qué generaciones futuras queremos para este mundo.

En las últimas décadas del siglo XX ha habido dos movimientos fundamentales que se han planteado de forma estructural esta cuestión: el ecologismo y el feminismo. Nuestro alumnado –los adultos y decisores del siglo XXI– como actor social clave para la transición hacia un mundo más justo debería de conocer qué plantean estos movimientos y cuáles son las deudas fundamentales que el sistema ha adquirido desde el punto de vista de la sostenibilidad de la vida, principalmente la deuda ecológica y la deuda de cuidados. Se repasan también los conceptos de ecodependencia e interdependencia. Es importante sensibilizar al alumnado sobre estas cuestiones que son y serán cruciales en este “siglo de la Gran Prueba” (como lo llama Jorge Riechmann).

La Maleta… es un material pedagógico para profesorado de segundo y tercer ciclo de Primaria que quiera introducir los ecofeminismos en el aula y, aunque de aplicación en varias asignaturas, se adapta como un guante en la de Ciencias sociales.

FICHA TÉCNICA

Etapa: Segundo y tercer ciclo de Primaria

Materias: Ciencias sociales, Educación en Valores cívicos y éticos

Objetivos 

Objetivos generales

• Conocer el concepto de ecofeminismo y su valor.

• Respetar los entornos naturales y sociales.

• Tener una conciencia crítica.

• Valorar la biodiversidad, la naturaleza y los cuidados

Objetivos específicos

• Conocer la dependencia de los seres humanos respecto a la naturaleza.

• Valorar la importancia de los cuidados para sostener la vida humana.

• Respetar el entorno natural.

• Reflexionar sobre la paradoja de la libre circulación de mercancías y el control de circulación de personas.

DESARROLLO DE LA TÉCNICA

 Para alcanzar estas metas la Maleta propone tres actividades que podéis usar en el aula y en el patio y que se acoplan a los objetivos curriculares (dentro de la Maleta están todos los imprimibles para poder llevarlas a cabo):

• Actividad 1: ¡El mundo al revés!

• Actividad 2: Teatro para cambiar el mundo

• Actividad 3: Mercancías, personas y fronteras

Actividad 1. ¡El mundo al revés!

Duración: 40 minutos.

Espacio: en el aula o en el patio.

Material necesario: Pack de tarjetas. Actividad 1. Anexo 1

Dividid la clase en 3 grupos.

Ubicad los grupos en torno a una mesa suficientemente larga (si es en el patio puede ser en el suelo) para que el alumnado se reúna alrededor de ella. Nos aseguramos que estén suficientemente lejos un grupo del otro.

1. Entregad un pack de tarjetas por cada grupo:

El grupo A debe ordenar las tarjetas en actividades de mejor pagadas (más remuneradas en el mercado) a peor pagadas (menos remuneradas).

El grupo B debe ordenar las tarjetas de actividades que más dañan a la na- turaleza a actividades que menos dañan a la naturaleza.

El grupo C debe ordenar las tarjetas de actividades que menos ayudan a te- ner una vida digna a actividades que más ayudan a tener una vida digna (que tengas un hogar, que estés bien alimentada/o, que tengas cariño y cuidados, que tu forma de vida respete a la naturaleza y a las demás personas).

Les damos 8 minutos para que las ordenen.  

Es muy importante que la profesora o docente vaya grupo por grupo diciendo cómo las debe ordenar cada uno. Es conveniente que los grupos no sepan cómo las van a ordenar el resto de grupos.

2. “Desplazar las tarjetas feminizadas” Para que quede más claro cómo deben proceder.

¡Muy importante!: Cuando veamos que las tienen ordenadas, les pedimos

que desplacen hacia la derecha las actividades que crean que realizan

mayoritariamente las mujeres, pero sin mover el orden vertical en el que estaban. Sólo desplazarlas un poco a la derecha

3. Una vez estén las tarjetas ordenadas, y desplazadas aquellas actividades más feminizadas hacia la derecha, les confesamos a toda la clase que cada grupo tenía una misión. El grupo A tenía la misión de ordenarlas de más a menos remuneradas, el grupo B tenía la misión de ordenarla de actividades que más dañan a la naturaleza a actividades que menos dañan a la naturaleza. Y el grupo C tenía la misión de ordenar las tarjetas de actividades que menos ayudan a tener una vida digna a actividades que más ayudan a tener una vida digna.

Les pedimos que se den una vuelta por la clase para que puedan ver cómo las han ordenado los demás grupos.

4. Hacemos un debate en torno a las siguientes preguntas:

Actividad 2: Teatro para cambiar el mundo 

Duración: 45 minutos

Material necesario: 

– Mapa para indicar dónde está Costa Rica con los km que separan un país de otro (Ver Actividad 2, Anexo 1).

– Dinero impreso y recortado (Ver Actividad 2, Anexo 1).

Personajes:

 Historia

(narrada por la profesora/profesor)

Nota: mientras la profesora o profesor narra la historia los personajes se deben haber repartido y cada cual hará su papel.

Érase una vez en un país muy lejano llamado Costa Rica, un señor llamado Amancio que tenía mucho dinero (sale Amancio con un saco de dinero hemos recortado del anexo 2). Viajaba en primera clase en avión y reservaba siempre los hoteles de 5 estrellas.

Amancio amaba el dinero, había hecho fortuna comprando una gran cantidad de tierras a las campesinas

y campesinos de Costa Rica. Había comprado la tierra muy barata (salen los campesinos mostrando una moneda en la mano y con cara de pena) y ahora cultivaba piña que exportaba por todo el mundo.

Ahora las/os campesinas/os ya no tenían su propia tierra donde plantaban para alimentar a su familia y habían tenido que dejarse contratar por Amancio para poder vivir. Sus condiciones en el trabajo eran muy malas. Cobraban 1 euro al día bajo el sol y trabajaban 12 horas sin parar ni a comer (campesinas/os hacen gestos de recoger piñas y estar cansadas/os).

Blanca Vargas trabajaba para Amancio en el cultivo de la piña. Era una mujer joven, soltera y con dos hijos de 3 y 9 años, veía como su vida empeoraba cada día. No podía darle de comer a sus hijos con ese sueldo miserable y quería darles un futuro mejor. Además, en la plantación de piña fumigaban con productos tóxicos y cada vez sentía que sus pulmones estaban más enfermos.

Blanca decide pedir dinero a su tía y a dos primas y comprar un billete para ir a España. Le han contado que en ese país, cuidando a personas mayores puedes ahorrar y mandar dinero a tu familia en Costa Rica. Blanca llega a España endeudada con sus familiares, pero contenta al pensar que podrá mandar dinero a sus hijos.

Al poco tiempo consigue trabajo en una casa. Tiene que cuidar a una mujer de 88 años. No tiene contrato laboral y cobra 600 euros al mes por trabajar todos los días de la semana sin descanso, ya que está interna en la casa. No tiene una habitación propia, ya que duerme en el mismo cuarto de Angelina, la mujer a la que cuida.

Angelina no se puede mover de la cama y Blanca la tiene que lavar, levantar para ir al baño, dar de comer, acostarla… y así todos los días.

Por otro lado, Esther y Ana, dos chicas de Valencia, deciden ir a comprar al súper porque quieren hacer un postre con piña para la cena que tienen esta noche. Cogen un bote de piña en almíbar del supermercado y van a casa a preparar el pastel. Cuando Ana abre el bote, mira el origen de la piña: ¡Costa Rica!

Cuando llegan sus amigas a casa a cenar, una de ellas, Celia, le dice a Ana:

Ana responde:Es de Costa Rica, lo pone en la etiqueta-. 

Y su amiga Celia le dice:

-Ostrasssss, ayer vi un reportaje en la tele que hablaban de la explotación de las personas en Costa Rica por culpa de los cultivos de piña y pensé: ¿por qué no compramos naranjas de Valencia en vez de piñas?

Celia cuenta: “Mis abuelos Consuelo y Pepe tienen un campo de naranjas en un pueblo de la comarca de la Safor. Hay años que las tienen que tirar al suelo y no las pueden vender porque no les pagan nada. Si en vez de comprar piña de Costa Rica, que contamina mucho hasta venir aquí y además explota a la gente que trabaja allí, compraramos naranjas de aquí, ¿no creéis que sería mejor?

Moraleja de la actividad

Ficha para la reflexión del alumnado

Actividad 3: Mercancías, personas y fronteras

Duración: 45 minutos.

Material necesario: tarjetas/personajes (Ver Actividad 3, Anexo 1).

Lugar: actividad en el patio. Separa a la clase en 2 mitades y ubica el sur global y norte en cada una de ellas.

Personajes: cada alumna/o es un personaje (oro, plata, tierra, necesito oro, necesito plata…).

Haz una frontera simbólica en el patio colocando unos conos u otro material en el centro que separe claramente el sur del norte.

Hay varios personajes (alumnos/as) que hacen de frontera y se ubicarán entre los conos.

¡Comienza el juego!

Al empezar el juego, y una vez divididas en las dos mitades de la clase, la profesora pregunta:

– ¿Quién tiene tierra para cultivar palma para hacer aceite? Y los del sur global deber decir: “Yooooooooo”

– ¿Quién necesita aceite de palma? Y los del norte global deben decir “Yooooooo”

– ¿Quién tiene oro?

Una vez están los materiales (oro, plata, petróleo…) en el norte, la profesora les dice a los campesinos y campesinas que se han quedado en el sur:

“Campesinas, campesinos, os habéis quedado sin tierras para cultivar porque ahora estas tierras se han convertido en campos de palma, en enormes minas o en campos de árboles talados que han viajado a Europa. Vuestras aguas están contaminadas y ya no podéis vivir en vuestra tierra. ¿Queréis salir para

– ¿Quién necesita oro?

Y así con todos los materiales.

En pelotón, y cuando la profesora o profesor lo indique, todos los materiales “del sur global” pasan al otro lado del aula, “al norte global”.

Los personajes que hacen de “Frontera”, abren la frontera para que pasen los materiales de un sitio a otro. “¿Queréis salir para buscar una vida mejor?”

Cuando digan que sí y traten de pasar al Norteglobal, los personajes que hacen de frontera, les impedirán el paso.

Algunas/os conseguirán pasar hasta el norte global. La profesora deberá decidir cuáles. Y en el momento en el que pasen, las mismas personas que tenían los carteles de “necesito oro” “necesito plata”, les darán la espalda como símbolo de no acogida.

Moraleja

La moraleja de este juego es que vivimos en un mundo desigual, donde una parte privilegiada consumimos mucho más de lo que producimos en nuestras tierras, necesitamos de otros materiales de otros territorios para llevar un ritmo de consumo que es insostenible.

Cuando importamos los materiales, muchas veces destruimos los ecosistemas y las formas de vida en esos otros territorios lejanos. Las personas que allí viven, para poder tener una vida un poco más digna, tratan de escapar y al llegar aquí, las mismas fronteras que han abierto paso a sus materiales (oro, plata, madera, palma…) les cierran la frontera a las personas que escapan de la miseria.

Debemos aprender a vivir con menos cosas y a depender de otros territorios porque el actual modelo de consumo no es bueno para las personas ni para el planeta.

Preguntas

– ¿Por qué creéis que pasan los materiales pero las personas no?

– ¿Qué podríamos hacer para vivir sin esos materiales que necesitamos de otros países?

– ¿Cómo creéis que podríamos evitar que las personas que están en sus países no arriesgaran su vida para cruzar las fronteras?

– ¿Habéis pensado que si no les quitáramos sus tierras y sus minerales y les contamináramos sus aguas, tal vez podrían quedar allí viviendo tranquilamente con sus familias?

ENLACE

Maleta pedagógica ecofeminista


Salir de la versión móvil