Esta semana os traemos una divertida actividad didáctica sobre el cambio climático llamada “Efecto dominó”, un juego dinámico y participativo que nos ayudará a conocer y comprender mejor las tramas complejas existentes en torno al cambio climático antropogénico, analizando sus principales causas y consecuencias y reflexionando sobre sus posibles soluciones.
Esta actividad ha sido diseñada y desarrollada por el equipo de Argos – Proyectos Educativos S.L. y editada por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía.
Ficha técnica
Nivel: Secundaria, Bachillerato.
Materias: Educación en Valores Cívicos y Éticos, Ciencias Ambientales.
Objetivos:
- Comprender la trama de relaciones complejas que existen en torno al cambio climático.
- Conocer el alcance del cambio climático, discerniendo entre sus principales causas y consecuencias.
- Esbozar, reflexionar y debatir sobre las opciones de respuesta al cambio climático, así como sobre sus posibles soluciones.
Elementos necesarios
- Tarjetas del juego (30)
- Trozos de cuerda para conectar las diferentes tarjetas.
- Fichas o cartulinas de papel blanco.
- Un espacio de unos 25 metros cuadrados libre de objetos.
Descripción y dinámica del juego
El propósito del juego es construir colectivamente un mapa conceptual visual del cambio climático que ayude al alumnado a comprender mejor este fenómeno complejo y sinérgico, analizándolo desde sus orígenes físicos hasta sus posibles soluciones, pasando por sus principales causas socioeconómicas y consecuencias socioambientales.
El juego consta de 30 tarjetas de doble cara. En el anverso de cada tarjeta aparece un título y una imagen relacionada con el cambio climático. En el reverso figura nuevamente el título y un breve texto explicativo.
Las tarjetas se dividen en tres grupos:
- Las tarjetas azules, de procesos físicos relacionados con el cambio climático (3).
- Las tarjetas verdes, con las principales causas antrópicas que están detrás del cambio climático (9).
- Las tarjetas rojas, con algunas de las principales consecuencias del cambio climático (18).
Para comenzar el juego, leeremos y explicaremos en voz alta la tarjeta “Efecto invernadero natural”. Tras ello, la colocaremos en el suelo aproximadamente en el centro del espacio destinado a la actividad. Acto seguido, repartiremos entre el alumnado el resto de tarjetas y les pediremos que identifiquen aquellas que se corresponden con actividades humanas que están generando un aumento de los gases de efecto invernadero en la atmósfera (causas, tarjetas verdes). Una vez que las haya identificado todas, les pediremos que las coloquen ramificadamente encima de la tarjeta “Efecto invernadero natural”, conectándolas a ésta a través de trozos de cuerda de diferente longitud que escenificarán la mayor o menor contribución de cada una de estas causas al incremento del efecto invernadero.
Llegados a este punto leeremos en voz alta todas las tarjetas conectadas, reflexionando colectivamente sobre las diferentes acciones antrópicas que están generando el incremento del efecto invernadero en la Tierra que, a su vez, está contribuyendo a aumentar la temperatura media global del planeta. Colocamos entonces en el suelo las dos tarjetas azules restantes (la de “Incremento del efecto invernadero” y, después, la de “Calentamiento global”), leyéndolas y explicándolas en voz alta y conectándolas sucesivamente con cuerdas debajo de la tarjeta “Efecto invernadero natural”.
A continuación, repartiremos al alumnado el resto de las tarjetas (las tarjetas rojas, con las consecuencias del cambio climático), que fueron descartadas en la primera fase de la actividad, para que las lean y coloquen ramificadamente debajo de la tarjeta “Calentamiento global”, conectándolas a ésta a través de trozos de cuerda de diferente longitud que escenificarán, en este caso, la mayor o menor gravedad de cada una de las consecuencias. Adicionalmente, y en función de sus principales efectos, podemos proponer al alumnado conectar las tarjetas de consecuencias con trozos de cuerda en torno a tres grandes grupos diferenciados: consecuencias ambientales, consecuencias sociales y consecuencias económicas.
La dinámica del juego se puede plantear individualmente, por parejas o por pequeños grupos, de modo que cada equipo vaya colocando las tarjetas (tanto las de causas como las de consecuencias) por turnos y de una en una, conectándolas con las ya dispuestas en el suelo y argumentando dichas conexiones en base al texto explicativo del reverso de las tarjetas. Para dar por bueno tanto la colocación como las conexiones con cuerdas de cada tarjeta todas las personas participantes han de estar de acuerdo con el resultado. De este modo iremos construyendo de un modo dinámico, participativo y consensuado una trama de elementos y relaciones que nos ayudarán a entender mejor la complejidad inherente al proceso antropogénico del cambio climático.
Una vez tengamos terminada la trama de las principales causas y consecuencias del cambio climático, con todas las tarjetas dispuestas en el suelo y todas las conexiones consensuadas y plasmadas con trozos de cuerda, el juego entrará en su última fase: la fase propositiva. Para ello repartiremos entre las personas o equipos participantes varias fichas o cartulinas de papel en blanco, y les pediremos que piensen en posibles soluciones o acciones de respuesta que podríamos llevar a cabo con el fin de mitigar y adaptarnos al cambio climático.
Para incentivar el debate y la tormenta de ideas podemos hacer al alumnado las siguientes preguntas en voz alta: ¿Qué podrían hacer los gobiernos ante el problema del cambio climático? ¿Y qué podría hacer la ciencia? ¿Y el sistema educativo? ¿Y la ciudadanía? ¿Y que podrías hacer tú en tu día a día por el cambio climático?
Algunas ideas concretas que podrían salir en el debate son:
- Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mediante acuerdos políticos internacionales.
- Disminuir la utilización de petróleo, gas y carbón.
- Implementar mejoras tecnológicas que permitan un uso más eficiente de la energía.
- Aumentar la inversión en energías renovables.
- Favorecer la reutilización y el reciclado de objetos y materiales.
- Incrementar la investigación científica sobre el cambio climático antropogénico y elaborar mapas de riesgo.
- Restringir la deforestación y controlar la artificialización del territorio.
- Aumentar la superficie forestal para incrementar el secuestro de carbono.
- Proteger los ecosistemas naturales y mejorar las políticas de conservación de la naturaleza.
- Cambiar nuesto modelo de desarrollo (el modelo de producción y consumo).
- Reducir el consumo global de materiales y energía.
- Restringir los vuelos en avión y el uso del transporte motorizado privado.
- Luchar y legislar contra la obsolescencia programada.
- Promover hábitos alimentarios con menos consumo de carne basados en productos vegetales de temporada y proximidad.
- Planificar medidas para preveer y compensar los daños ligados a eventos meteorológicos extremos.
- Planificar acciones de prevención y respuesta frente a los incendios forestales.
- Mejorar la educación, la comunicación y la sensibilización ciudadana sobre el cambio climático para informar mejor objetivamente del problema y actuar en consecuencia.
- Promover la participación ciudadana para impulsar un cambio del actual estilo de vida (predominantemente contaminante y despilfarrador).
Una vez tengamos varias medidas identificadas y escritas en las fichas o cartulinas, las dispondremos en el suelo, tratando de emplazarlas y conectarlas con el resto de tarjetas según corresponda (esto es, según las medidas detectadas incidan más o menos sobre las diferentes tarjetas de causas y consecuencias).
Finalmente, entablaremos un debate abierto con todo el alumnado tratando de analizar la viabilidad de las medidas propuestas y cómo éstas modifican el mapa visual que habíamos construido sobre el cambio climático, ayudando con ello a solucionar este problema ambiental y conduciéndonos hacia un mundo algo más seguro, sostenible y justo.
Es importante resaltar que no existe una solución única para este juego, ya que con él se representa un problema ambiental complejo que forma parte de un sistema dinámico. El objeto de aprendizaje, por consiguiente, no es tanto el producto final como el proceso deliberativo, participativo y consensuado que nos conduce hasta él.
Esta publicación ha sido realizada con el apoyo financiero del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD). El contenido de la misma es responsabilidad exclusiva de FUHEM y no refleja necesariamente la opinión del MITERD.