“Consumo ergo sum”, diríamos a la manera de Descartes. El homo consumens, en palabras de Bauman, es el héroe de un mundo posmoderno, el actor principal dentro de una sociedad de consumo. Consumidores/as cuyos signos de identidad son la inmediatez, la rapidez, así como la continua búsqueda de felicidad ligada y dependiente, casi de modo absoluto, a la satisfacción de necesidades ficticias y artificiales. En ese sentido, el sistema económico actúa de manera que estas necesidades y deseos sean infinitos, y su gratificación nunca se pueda alcanzar realmente.
En otros términos, nuestra existencia está totalmente inserta en una sociedad que hace del consumo la dinámica central de la realidad. De esa manera, la publicidad es un potente dispositivo en las manos del sistema, un dispositivo cultural, técnico y político cuyo objetivo relevante es la “re-educación social”. En el contexto del capitalismo moderno, la publicidad tiende a ser una expresión de un meta-deseo, es decir no refleja nuestro deseo, sino que lo construye a medida para los mercados.
Así, la publicidad muestra los deseos de la estructura social y económica, y actúa indirectamente para que se construya una identificación de nuestros deseos con aquéllos, pero no con el objetivo de que alcancemos la felicidad, sino con el de que la estructura perdure y se expanda.
La entrada de esta semana invita a reflexionar sobre la problemática del consumo, y el peso y las repercusiones que tiene sobre esta acción la publicidad, y lo hacemos de la mano de Consume hasta morir y de unas actividades que han diseñado al respecto, y que hemos recopilado.
Actividad 1: El juego de los soportes publicitarios
Descripción: La publicidad es ahora parte esencial de la actividad comunicativa. Está en los medios de comunicación y muchos otros aspectos de nuestra vida. Pero no conocemos todos los canales que hoy se usan para hacer publicidad. En esta actividad vamos a repasar cuántos conocemos.
A quién se dirige: La actividad va dirigida a personas de todas las edades.
Cuánto durará: El tiempo mínimo para realizar la actividad es de unos 60 minutos.
Qué hace falta: Será necesaria una pizarra, unas hojas y bolígrafos. La actividad se realizará en un aula.
Cómo se desarrolla la actividad: Nos dividimos en grupos de tres personas, excepto una persona que hará de guía de la actividad. Esta persona comienza el juego diciendo una letra del abecedario al azar y los grupos deben buscar, lo antes posible, un soporte publicitario que empiece con esa letra para cada una de estas secciones:
- Soporte publicitario en el espacio urbano (calles, edificios, mobiliario urbano…).
- Soporte publicitario en medios de comunicación (televisión, radio, periódico, internet…).
- Soporte publicitario en el punto de venta (tienda, supermercado, centro comercial…).
- Soporte publicitario en tu espacio privado (tu casa, tu teléfono…).
Por ejemplo, un soporte publicitario es una avioneta en el cielo con un cartel publicitario. Los soportes deben ser genéricos, es decir, hay que decir “ropa con publicidad”, pero no hace falta destacar cada una de las prendas (calcetines, camiseta, pantalones…).
Cuando un grupo ha conseguido los cuatro soportes publicitarios (uno por cada apartado) que comienzan por la letra elegida, se para el juego y cada grupo dice sus resultados, apuntándose 10 puntos si la respuesta es correcta y no coincide con la de otro grupo y 5 puntos si la respuesta es correcta y sí coincide con la de otro grupo.
Preguntas para la reflexión:
Tanta publicidad en todos lados, ¿nos permite estar bien informados/as de lo que podremos comprar?
¿Dónde no hay publicidad todavía?
¿Cuánto tardará en llegar ahí?
Actividad 2: De excursión al Carritour
Descripción: Según un informe de la UE, en los supermercados e hipermercados consumimos de media un 20% más de lo que esperábamos antes de entrar y el 70% de las decisiones de compra se toman dentro del establecimiento. Por ello, aunque los centros comerciales y las grandes superficies son lugares muy frecuentados, en esta actividad proponemos dejar de ser meros clientes para analizar el centro comercial de una forma más crítica. La actividad consiste en visitar un centro comercial o un supermercado con el fin de contestar a la siguiente pregunta: ¿Qué estrategias se utilizan para hacernos comprar más de lo que pensábamos en un principio?
A quién se dirige: La actividad va dirigida a personas de todas las edades, pues hay estrategias dirigidas a niños y niñas que es interesante que analicen.
Cuánto durará: El tiempo mínimo para realizar la actividad es de unos 60 minutos.
Qué hace falta: Serán necesarias unas hojas y bolígrafos. La actividad se realizará en un supermercado o en un hipermercado. Es interesante también repetir la actividad en ambos tipos de superficie, puesto que las estrategias no son exactamente las mismas.
Cómo se desarrolla la actividad: Una vez en el establecimiento, nos habremos dividido en grupos de tres personas. Una de ellas lleva un cuadernito para ir apuntando las estrategias que percibimos y que todo el grupo considera suficientemente interesante. Tendremos como mínimo 30 minutos para hacerlo. Una vez en el aula, ponemos en común las estrategias recopiladas grupo a grupo e intentamos ordenarlas de más a menos efectivas de forma colectiva, durante otros 30 minutos.
Preguntas para la reflexión:
¿Son evidentes las estrategias que siguen los supermercados y grandes superficies para vender más?
¿Nos ofrecen este tipo de establecimientos más libertad de compra que las pequeñas tiendas de barrio de toda la vida?
Actividad 3: Elaboración de un contranuncio “corta y pega”
Descripción: Los medios de comunicación dependen en buena parte del dinero que les aporta la publicidad. Por ello, no hay medio que se libre de los anuncios publicitarios y las revistas son uno de los casos más evidentes. En esta actividad, retocaremos directamente la publicidad que hay en una revista utilizando los recursos que la propia revista nos ofrece.
A quién se dirige: La actividad va dirigida a personas mayores de 14 años.
Cuánto durará: El tiempo mínimo para realizar la actividad es de unos 60 minutos.
Qué hace falta: Por cada grupo que participa, de tres personas, será necesario:
- Una revista (tipo los dominicales de los periódicos, revistas de actualidad y moda…).
- Un par de tijeras.
- Una barra de adhesivo para papel.
Cómo se desarrolla la actividad: Primero se reparten las revistas al azar. Cada grupo buscará en su revista un anuncio que le atraiga y lo arrancará de la revista. El objetivo será ahora transformarlo para poner en evidencia las exageraciones o características ficticias con las que se intenta hacer más deseable el producto. Dedicaremos unos 40 minutos a recortar textos e imágenes del resto de la revista y los iremos pegando en el anuncio elegido hasta conseguir la transformación. Con pocos cambios se puede lograr que el anuncio diga incluso lo contrario, así que antes de ponernos a trabajar es recomendable analizar con detenimiento las posibilidades que tenemos. Por último, pondremos en común el resultado.
Preguntas para la reflexión:
¿Por qué los anuncios publicitarios casi siempre exageran las cualidades del producto que nos venden?
¿Ofrecen los anuncios mucha información interesante sobre el producto? ¿Por qué?
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